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112 PIERRE LIERNEUX Por otro lado, el desgaste de la ropa y de los zapatos de la tropa seguía siendo motivo de gran preocupación a mediados del siglo XVII, ya que entonces aún no se contaba con cuarteles en condiciones para pasar el invierno78. Las prendas y los zapatos se tenían que reemplazar cada año o en el peor de los casos, cada dos años79, debido a la serie ininterrumpida de operaciones de guerra, la calidad variable de los materiales y al roce con las corazas, lo que llevaba al prematuro desgaste de los textiles. El crecimiento de los ejércitos europeos que favoreció la bajada en el precio de los equipamientos, también provocó reticencias para centralizar el suministro de la ropa de las tropas por parte del Estado. Las finanzas de España se encontraban en un estado tan desastroso que fue la única, entre todas las potencias de la época, en reducir de manera drástica los efectivos de su ejército80. Los sueldos se pagaban con retraso y de manera muy irregular. Cada vez era más frecuente que los pagos los realizara la tesorería del Consejo de Finanzas de los Países Bajos, más que la parte española del Ejército, ya que la contaduría recibía cada vez menos subsidios de España. A partir del tratado de Nimega de 1678, los subsidios procedentes de Madrid desaparecieron del todo81. De 1660 a 1700, la tropa solo recibió el 32% del débito; una pequeña parte en forma de comida, ropa o equipamiento82. Las cajas de los regimientos estaban vacías, aunque el tercio estaba exento de impuestos directos, el mariscal de campo, conde de Westerloo 78 Ver el estado de la vestimenta en campaña, CH. H. FIRTH, Cromwell´s army: an history of the English soldier during the civil wars, the Commonwealth and the Protectorate, Oxford, 1962, pp. 247-250; y G. PARKER, Suppling Wars, in The Military Revolution, p. 71. 79  Recueil des ordonnances militaires… pour le réglement des troupes qui sont au service de leurs Hautes Puissances, La Haya, Scheltus, 1708, pp. 93-96; PARKER, (G.), The Army of Flanders and the Spanish Road 1567-1659, Cambridge New-York Melbourne Sidney, 1995, p. 165; W. Y. CARMAN, British military Uniforms from contemporary pictures..., p. 53; K.P. MERTA, Das Heerwesen …, p. 20; K. JANY, Geschichte der königlich Preussischen Armee bis zum 1807..., Berlín, vol.1, 1928, p. 342: prescritos del 23 de enero 1685 y del 20 de junio 1685. Para los Países Bajos, ver AGR, Secrétairerie d’Etat et de Guerre, reg. 2693, 134 et 142 (1695): « Que cada dos años se le dé (al coronel) para vestir a su regimiento lo que se le retiene de la paga ». Esta costumbre estaba también arraigada en las compañías de los juramentos (des serments). En Lille, cada dos años se entregaba a los arqueros de la ciudad un abrigo « paletot  ». Voir M. ESPINAS, Les origines de l’association. I. Le droit d’association dans les villes de l’Artois et de la Flandre française jusqu’au début du XVIe siècle, Lille, vol. 2, 1942, p. 896. 80 Ver a este respecto, G. PARKER, The Military revolution- A Myth?, in The military Revolution Debate … p. 44; E. ROOMS, De materiele organisatie …, pp. 85-111, 142-153 (à l, échelle des Pays-Bas). 81  La caja del Consejo de Finanzas de los Países Bajos debía pagar lo que se debía a los 18.000 soldados de infantería y a los 4.000 caballeros « nacionales », otra, dicha la del « l’Exercito », pagaba al resto de la armada de Flandes, pero a mediados del siglo la mayoría de los pagos estaban a cargo de los Países Bajos. Cfr Ch. STEUR, Précis historique de l’état politique administratif et judiciaire, civil, religieux et militaire des Pays-Bas autrichiens sous le règne de Charles VI, Bruselas, 1828, memoria Acad. (confirmar por E.ROOMS, De materiele organisatie…, p. 391). A partir de 1668 se pagaba el sueldo cada 45 días (AGR Secretaria de Estado y de Guerra, 2693, p. 133). 82  Cfr E. ROOMS, De Materiele organisatie…, pp. 422, 424-425. Revista de Historia Militar, 121 (2017), pp. 112-136. ISSN: 0482-5748


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