Page 208

RHM 121

LA MORAL MILITAR DE LOS SOLDADOS ESPAÑOLES… 207 según avanzan las coyunturas bélicas. Resulta verosímil, por ello, que la moral militar de los soldados de Baracaldo represente bien la de las tropas que componían el Ejército colonial español entre 1895 y 1898. Los soldados ante la guerra La actitud militar de estos soldados viene caracterizada por una nota predominante: la aceptación de su presencia en la guerra como un deber. En general no era una aceptación entusiasta ni abundan las expresiones patrióticas, aunque alguna se encuentra9. A veces se consideraba una consecuencia de la mala suerte, no siempre expresada rotundamente –“me tocó la suerte mala de venir aquí “, pero también “me hallo sirviendo en las Islas Filipinas por mi mala suerte o buena porque no sabemos lo del porvenir”- y solían desear a los amigos que no les tocase ir. Sin embargo, las cartas propiamente no contienen quejas por estar en la guerra. Sí por algunas condiciones en que vivían o por la dureza de las operaciones, pero no por los motivos que les habían llevado allí –caso de no ser voluntarios-, la obligación del servicio militar y el sorteo que les había llevado a Ultramar. No es lo mismo lamentarse porque las marchas eran agotadoras o las raciones escasas que protestar por haber tenido que ir a la guerra, la raíz de tales problemas y la razón por la que habían abandonado su cotidianidad para correr riesgos y pasar trabajos y estrecheces. Pues bien: las quejas de los soldados, abundantes, están en lo primero y nunca se refieren en sí mismo al deber militar. Tampoco esbozan una crítica global al Ejército: se quejan a veces de la mala organización, de los deficientes aprovisionamientos o, muy excepcionalmente, por actuaciones de los mandos (reales o supuestas), pero no propiamente de la institución militar. Las expresiones de las cartas solían referirse a cuestiones muy concretas, pero de ninguna de ellas podría inferirse un cuestionamiento global del Ejército y de la forma en que combatían. Podría asegurarse que compartían un imaginario del que las deficiencias eran meros fallos no estructurales. Aceptaban su destino militar, no lo cuestionaban: esta es la impresión general. Hay una excepción parcial. Uno de los soldados participó en un conato de motín, en el que unos 250 quintos se negaron a ir a la guerra cuando estaban en el cuartel de Santander10. Pues bien: dos meses después, 9  Para una interpretación que insiste en los entusiasmos patrióticos de la tropa, GALINDO HERRERO, Santiago: El 98 de los que fueron a la guerra. Editora Nacional, Madrid, 1950. 10  Una visión de la oposición a la guerra colonial, en MORALES MUÑOZ, Manuel: España, 1898: ensayo de historia social. Baetica, Estudios de Arte, Geografía e Hisotira, 18, 1996, Revista de Historia Militar, 121 (2017), pp. 207-234. ISSN: 0482-5748


RHM 121
To see the actual publication please follow the link above