Page 59

RHM 121

58 ALBERTO GUERRERO MARTÍN estudio del general francés Deveney, titulado L’officier, citando un párrafo suyo en el que se hablaba de la perfecta asociación entre oficiales procedentes de distintas academias militares con soldados que, en su vida civil, habían desempeñado las más variadas profesiones. Hacía también Romanones hincapié en que esos oficiales habían logrado ganar la Gran Guerra. Sin embargo, no creía posible que una oficialidad con una misma comunidad de origen pudiese encuadrar bien a unidades compuestas por soldados procedentes de todas las clases sociales. Y ponía el ejemplo de la homogénea oficialidad alemana o austríaca, que no llegó a encuadrar a sus tropas y acabó perdiendo la guerra26. Romanones no era contrario a la unidad de origen, pero sí, como se ha dicho, a la exclusividad de un solo centro de educación para el oficial, pues era partidario de que los futuros oficiales pasasen antes por las filas del ejército. De esta manera el oficial podía conocer tempranamente a los soldados, además de establecerse “vínculos de afecto y de compañerismo entre el personal de carrera y el de complemento”27. Su visión de cómo debía ser la preparación de los aspirantes a oficiales y el plan de estudios era moderno para la época, aunque todas sus ideas no pasaron de meras propuestas que no fueron puestas en práctica. Afirmaba que el futuro oficial debía llegar al ejército con una adecuada cultura general, que el lamentable estado de la instrucción pública española desgraciadamente no proporcionaba en aquel entonces28. Algo por lo que también abogaba el general Germán Gil Yuste —que el 12 de octubre de 1919, se había hecho cargo de la AI—, quien señalaba en la memoria de los cursos de 1918-1919 y 1919-1920 lo oportuno de exigir como condición para poder efectuar las pruebas de ingreso la posesión del título de bachiller. Con ello además se conseguía que si el aspirante fracasaba se pudiera dedicar a otra profesión, pues, afirmaba, en casi todas se precisaba este título. En caso de no ser posible exigir el título de bachiller se exigiría presentar “certificado de haber aprobado en el Instituto general y técnico precisamente, las asignaturas siguientes: Física, Química, Psicología, Lógica, Ética y Rudimentos de Derecho”29. De esa escasa cultura con la que llegaban los futuros oficiales también se hizo eco años más tarde el capitán Alfredo de Sanjuán, quien en su obra 26  ROMANONES, conde de: op. cit., pp. 160-165. 27  Ibídem, pág. 169. 28  Ibídem, pp. 169 y 170. 29 ACADEMIA DE INFANTERÍA: Memoria de los cursos 1918-1919 y 1919-1920, Imprenta, Escuela Tipográfica y Encuadernación del Colegio de María Cristina para Huérfanos de la Infantería. 1920. Toledo, pp. 11 y 12. Revista de Historia Militar, 121 (2017), pp. 58-90. ISSN: 0482-5748


RHM 121
To see the actual publication please follow the link above