acicate para visitarla. «Al ser de diferentes propietarios —agrega—, es posible que no haya reuniones futuras». En el umbral de la sala, Zamora alude también a la portada de la muestra, hecha para la ocasión. De idéntico tono rojizo que el interior de la sala, está pensada para sumergir inmediatamente al visitante en ese sugestivo ambiente que le aguarda, «muy propio del incipiente barroco del momento». EN PRIMERA LÍNEA Sobre este tono, asimismo llamativo en su ubicación dentro el museo, letras blancas anuncian el viaje al que queda invitado cualquiera que cruce su acceso y que no es otro que poder observar en primera fila esa victoria naval de Pernambuco, o de los Abrojos, como también se la denomina. Esa efímera entrada evoca, por otra parte, la antigua costumbre de levantar pasajeras puertas conmemorativas en calles y plazas para festejar acontecimientos diversos y hechos de armas, como el victorioso combate pernambucano. De hecho, el almirante Antonio de Oquendo y sus hombres protagonizaron el 21 de noviembre de 1631 un triunfal regreso a Lisboa (Portugal), de donde había partido seis meses antes, y en el que figuraban portugueses, castellanos, italianos… entonces todos integrados en la Monarquía Hispánica. La historia de tal hazaña tiene su contexto en el auge comercial holandés durante el siglo XVI y su búsqueda de enclaves en el Caribe, América del Norte, el océano Índico, la India y el Pacífico para afianzar ese creciente poder económico en aras de llegar a ser la primera DIFERENTES y atractivos modelos de construcción naval son los protagonistas del patio central del museo de la Armada española con sede en Madrid, que sirve, además, de distribuidor a otras estancias. Entre ellas, la sala 8, donde habitualmente se exhibe la colección de una de las naves que cubrió la ruta del Galeón de Manila: la nao San Diego. La mayor parte de sus piezas son claras cerámicas que incluso parecen aportar luz a un espacio que, en su mesa central, luce el estandarte del almirante Oquendo. La insignia es una de las joyas de la institución, testigo mudo de la victoria cosechada por el marino español natural de San Sebastián (Guipuzcoa) frente a los holandeses en aguas de Pernambuco —Brasil— entre el 12 y 13 de septiembre de 1631. También es testimonio de valores cotidianos de la época del almirante, como la religiosidad o el protagonismo de la monarquía. Ambos reflejados en su iconografía: el escudo real —con la corona de Portugal incluida— flanqueado por una crucifixión y el apóstol Santiago. PROTAGONISTA EN SU SALA Mide 3,35 metros de altura por 3,90 de ancho, está hecho en seda carmesí y, ahora, ha cobrado tal protagonismo en esa sala 8 que hasta presta su color al conjunto del espacio. La razón de todo ello es la nueva propuesta del Museo Naval: la exposición temporal La victoria de Pernambuco, comisariada por la doctora en Historia del Arte y licenciada en Periodismo, Clara Zamora, y que estará abierta al público hasta el 7 de enero. Así, mientras la nao San Diego descansa detrás de provisionales paredes casi imperceptibles para el espectador, colgadas de ellas, en su lado frontal y con la impresión de que casi flotan en el ambiente, cinco pinturas realizadas al año siguiente del lance —hacia 1632— y un audiovisual, sobre el combate, integrado como si de un cuadro más se tratara, dan contexto al estandarte y, todos juntos, vida a la citada exposición, que aguarda al visitante en una atmósfera casi sacra. J. de Chaves (1630) / Museo Naval Puntos que localizan Pernambuco, al norte, y Bahía de Todos los Santos, al sur. En el ambiente domina la penumbra y ese rojo carmesí de la insignia, que ensalza la visión única de esta muestra sobre el desarrollo de la batalla en aguas del Atlántico Sur. Ésta es, también, una mirada inédita, ya que es la primera vez que esas cinco pinturas pueden verse juntas y, además, acompañadas por el estandarte, destaca la comisaria de la exposición. Oportunidad que Clara Zamora considera un El almirante Oquendo venció a la flota holandesa de Adrian Hans-Pater, superior en número, frente a las costas de Brasil Anónimo / Colección Particular Juan de la Corte / Museo Naval Juan de la Corte / Colección Particular Noviembre 2017 Revista Española de Defensa 57
REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 344
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