Page 124

REVISTA DE HISTORIA MILITAR 122

LA FUERZA DEL REINO. LAS POSIBILIDADES MILITARES… 123 orden de movilización, puede considerarse un éxito, sobre todo teniendo en cuenta que afectó a más de la mitad del ejército, cuyos efectivos en tiempo de paz no llegaban a los 56.000 soldados y oficiales, distribuidos en unos 90 batallones y 70 escuadrones, que por lo general estaban muy por debajo de su plantilla. En el caso del ejército continuaba utilizándose el régimen de asentistas tanto para el abastecimiento (provisiones y munición) como para el transporte. A partir de 1730 se intentó implantar la administración directa del aprovisionamiento, pero a la vista de las dificultades se volvió al sistema de asientos en 1739, si bien decantándose por un contratista único al que se daban suficientes privilegios como para poder exigir garantías de abastecimiento del ejército, imponiendo en la práctica un monopolio que no dio en términos generales mal resultado. Con arrendadores únicos y de reconocida solvencia se evitaba de paso el problema de los situados sobre las rentas de la corona que se les otorgaban como compensación de sus pérdidas, como había sucedido en el pasado. En 1753 se reiteró el intento de administración directa, aunque sin excesivo éxito. De hecho Mendinueta perdería temporalmente su asiento, si bien para ser nombrado a cambio director de abastecimiento en la idea de que al tiempo que se recuperaba esa actividad para el estado se encomendaba su dirección a la persona que mejor conocía sus pormenores por su experiencia acumulada como asentista del ejército. Como síntoma del limitado éxito de la administración directa la experiencia constituiría un fracaso, recuperando Mendinueta su asiento en 1755 y manteniéndolo hasta 176435. Esquilache introdujo reformas positivas, como la de mejorar el control administrativo sobre el abastecimiento de grano al ejército, basándose en sus experiencias como antiguo asentista y como responsable de los abastos en Nápoles, que también le facilitaron la negociación con los asentistas, imponiéndoles condiciones más rigurosas que llevaron a la quiebra de los menos solventes y a la concentración de los contratos en grandes sociedades, como los Cinco Gremios, circunstancia que a su vez facilitó las prácticas monopolistas. Esa sociedad había firmado asientos para abastecer de vestuario al ejército desde el final de la Guerra de Sucesión, a los que se sumaría a partir de 1768 el abastecimiento a los ejércitos, sustituyendo a los franceses Francisco y Pablo Dugues, asentistas de la armada francesa que se trasladaron a España antes de la campaña de Portugal ganándose la confianza de Esquilache y comenzando la provisión al ejército en condiciones ventajosas para la Real Hacienda (el precio de la 35  GONZÁLEZ ENCISO, A.: “La renovación del asiento de transporte de municiones y armas en 1793 y el protagonismo de una familia navarra”, en Memoria y civilización, nº 15 (2012), pp. 51-69. Revista de Historia Militar, 122 (2017), pp. 123-130. ISSN: 0482-5748


REVISTA DE HISTORIA MILITAR 122
To see the actual publication please follow the link above