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124 PAULINO GARCÍA DIEGO ración se fijó en 14 maravedíes frente a los 20 del asiento anterior), aunque apenas seis meses después de firmado se cancelaría el asiento por falta de fondos. Este caso es solo un ejemplo del interés francés en optar a este tipo de contratos. Los asientos eran respaldados por la corona otorgándoles protección legal, lo que facilitaba la solución de los frecuentes problemas que surgían con los proveedores locales36. Este privilegio no era sino una muestra del intento de hacer interesantes los acuerdos tanto para los asentistas, concediéndoles a partir de 1760 contrapartidas que sustituyesen a la anterior compensación mediante situados sobre las rentas del estado, y para la Real Hacienda, entre otras vías renunciando los contratistas a los anticipos. Volviendo a la campaña de Portugal, a la vista de la amplitud del despliegue, con muchos almacenes dispersos sobre una gran superficie, y de las zonas de acantonamiento, que coincidían con regiones cuya población era en ocasiones inferior a los efectivos que debían contribuir a mantener en su territorio, Esquilache consideró atinadamente que debía centralizarse la dirección del sostenimiento, contactando directamente tanto con Mendinueta como con los intendentes de ejército y con el Intendente General del Ejército, Castaños, para confirmar que los suministros llegaban oportunamente y en la cantidad necesaria. Se trataba de una situación poco habitual, en la que el secretario de Hacienda asumía la dirección de la logística del ejército. Otro asunto en el que Esquilache intervino personalmente fue la organización del traslado desde Barcelona del tren de artillería, cuerpo que estaba a cargo del conde de Gazola, que dependía directamente del secretario de Guerra Wall. En conjunto puede decirse que la organización de los suministros, los transportes y los movimientos fueron adecuados, recayendo en Esquilache buena parte del mérito de impulsarlos, así como de disponer de los fondos requeridos cuando y donde eran necesarios. En total la campaña supuso un coste de unos 75 millones de reales, de los que casi la mitad correspondían a asientos (más de 22 millones en transportes) y del resto la mayor parte se destinó a las retribuciones del ejército37. En lo tocante a la marina, la secretaria de Hacienda no tenía otro papel que el de proveedor de fondos para su sostenimiento y equipamiento. La penosa situación existente al comienzo de la Guerra de Sucesión y la importancia primordial que tenía el dominio del mar para asegurar las rutas 36  TORRES SÁNCHEZ, R.: “Monarquía, imperio y pueblos en la España moderna”, en Actas de la IV reunión científica de la AEHM, FERNÁNDEZ ALBADELEJO, P. (ed.), Alicante, 1997. pp. 154-155. 37  GONZÁLEZ ENCISO, A.: “Spain,s Mobilisation of Resources for the War with Portugal in 1762”, en Mobilising Resources for War. Britain and Spain at work during the early modern period, BOWEN, H.V. y GONZÁLEZ ENCISO A. (eds.), Pamplona, 2006. pp. 159-191. Revista de Historia Militar, 122 (2017), pp. 124-130. ISSN: 0482-5748


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