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REVISTA DE HISTORIA MILITAR 122

32 JOSÉ IZQUIERDO NAVARRETE instalaron en el recién acabado Cuartel de Tropa, al tiempo que los soldados y el ganado ocuparon el Cuartel de Los Leones, situado más al sur, a unos centenares de metros. Las actividades docentes tenían lugar en la planta baja de los edificios de la Academia, mientras que las obras continuaban en las plantas superiores. Los cadetes no se trasladaron a sus locales definitivos hasta enero de 1929. La inauguración oficial de las instalaciones del nuevo centro docente, todavía en fase de construcción, se celebró el 5 de octubre de 1928, en una ceremonia presidida por el general Miguel Primo de Rivera, a la que asistieron las autoridades civiles y militares locales, que concluyó con un emotivo desfile de los nuevos caballeros cadetes que apenas llevaban dos días de instrucción. La clausura de la General, en 1931, impidió la realización de varios proyectos ya aprobados. La uniformidad de la Academia General Militar fue regulada por ROC. de 10 de abril de 1928 y estuvo condicionada por varias circunstancias. En principio, por las tendencias de la moda europea, impulsoras del uniforme general único31 que, nuestro Ejército no tardó en adoptar; reforzando el dicho castizo de que, a los ejércitos extranjeros, les copiábamos siempre los uniformes, pero nunca el sueldo. Además, por la conveniencia de ajustarse al Reglamento de Uniformidad vigente en el Ejército, aprobado por ROC. de 16 de diciembre de 1926. Finalmente, por el deseo de recuperar el color gris, ya empleado en la General de Toledo, primero en las polacas y luego en las guerreas; incluso, coincidía con el color usado por varias de las academias europeas que habían sido visitadas el general Franco. La uniformidad que se adopta en 1928, a pesar del respeto a la tradición, se apartaba de modelos anteriores. El Art. 1 del citado reglamento establece que: «El color del uniforme será gris azulado…». Los artículos siguientes detallan la forma, color y composición de los distintos elementos. Hubo una serie de prendas –guerrera, calzón, gorra, gorra de cuartel, capote, cinturón,32 leguis, calzado y guantes– que se correspondían con las reglamentarias en el Ejército para jefes, oficiales y asimilados, en el uniforme de diario, con la sola excepción del color: kaki en el Ejército y gris azulado en la Academia. Otras prendas, como las botas de montar y el sable, no figuraban en el reglamento de los cadetes y, por el contrario, se regulaba en este último, con más detalle, las destinadas al uso exclusivo de la General: pantalón para ejercicios y servicio interior («de loneta gris, forma breeches,33 pero largo hasta la bota»), traje de faena (un mono, con bolsillos de fuelle en la parte superior y aberturas, en la inferior, 31  ROC. de 31 de julio de 1926, Arts. 1 y 2. 32  Diferían en la anchura: 45 mm. el reglamentario en el Ejército y 6 cm. el de la Academia (Art. 15). 33  Pantalón clásico de montar a caballo. Revista de Historia Militar, 122 (2017), pp. 32-60. ISSN: 0482-5748


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