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REVISTA DE HISTORIA MILITAR 122

LA ACADEMIA GENERAL MILITAR 1927-1931: Segunda fundación 41 social, la comisión organizadora siguió las directrices institucionalistas respecto al equilibrio curricular, las actividades al aire libre, el contacto con la Naturaleza, la educación física, la transcendencia de la educación moral, etc. También, la Academia General Militar de Toledo fue una fuente de inspiración en cuestiones pedagógicas. La comisión organizadora de 1927 dio continuidad, sobre todo, a la parte curricular y a la instrucción militar práctica que habían arraigado en el quehacer de la academia toledana, como fruto del influjo institucionalista. En Zaragoza, a parte de las migas del desayuno, se mantuvo el valor de la educación moral, materializado en el régimen de vida militar, la ejemplaridad de los profesores, el culto a la disciplina, la persecución de las novatadas…; la eficacia de las prácticas, puesta de relieve por un profesor de la Academia de Infantería, al defender su memoria «la Academia General… ningún día del año dejó de tomar las armas, hiciese frío o calor»;45 las maniobras y campamentos que, en Majazala (Algodor), Alijares… instituyeron un tipo de ejercicios tácticos, alabados entonces por su excepcionalidad y, luego, por su habitualidad. El RD. de 15 de mayo de 1912, en el que se recogen las Instrucciones para el régimen interior y desarrollo de los planes de estudios y exámenes en las academias militares, constituye otro antecedente para la Academia de Zaragoza. En su Art. 1º, imponía a la enseñanza en las academias militares «…el carácter teórico-práctico apropiado para que responda adecuadamente al sentido de aplicación de los conocimientos profesionales…»; en el Art. 5º, regulaba las prácticas generales o de conjunto; en el Art. 6º, destacaba el fin educativo de la enseñanza militar e igualaba la importancia de las materias de carácter militar y de los estudios técnicos, en el Art. 7º y siguientes, fijaba el marco del método de dobles exámenes, orales y escritos; de los exámenes de medio curso, finales y extraordinarios; de los procedimientos de calificación, incluyendo los «coeficientes de importancia», el «coeficiente de conducta», la escala de notas, etc. Esta serie de elementos pedagógicos pasaría íntegramente a los reglamentos de la General de Zaragoza. Las bases del RD. de 20 de febrero de 1027, la documentación elaborada por la comisión organizadora, las memorias de los cursos académicos y el libro inédito del coronel Campins ponen de manifiesto que la comisión técnica optó por un modelo «educativo», próximo al sistema universitario inglés, que entronca con el movimiento «…actual en pro de la educación general…»46 en el que parecían confluir las universidades europeas contemporáneas, según Giner de los Ríos. No obstante, a pesar del recurso constan- 45  GONZÁLEZ GONZÁLEZ, Hilario: “Resumen histórico de la Academia de Infantería”. Publicaciones del Memorial de Infantería, Toledo, 1925, p. 109. 46  GINER DE LOS RÍOS, Francisco: Pedagogía Universitaria. Sucesores de M. Soler, Barcelona, Revista de Historia Militar, 122 (2017), pp. 41-60. ISSN: 0482-5748 1905, p. 38.


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