Page 80

REVISTA DE HISTORIA MILITAR 122

NOTAS PARA UN ESTUDIO SOBRE LA LAUREADA Y LA MEDALLA… 79 las elevaciones, las quebradas, el hormigón de esa maravilla que era y es la Universitaria, por tanto, serán el objetivo táctico más codiciado para los dos bandos en liza, que se aprestarán a una lucha mortífera por su posesión a partir del 15 de noviembre. Por la tarde de esa histórica jornada el tiempo apremia y las horas de luz se acaban para unos asaltantes que han intentado, sin éxito, cruzar por el puente de los Franceses, bien defendido como ya se ha visto, o por su gemelo el Puente Nuevo, volado por los defensores precisamente para impedir al enemigo su objetivo. Hacia las cuatro de la tarde y aprovechando un bombardeo amigo eficaz sobre el Parque del Oeste y los desmontes de la Universidad, las fuerzas disponibles, ahora sí, van a hacer realidad las palabras de su teniente coronel: por unos boquetes practicados previamente en la tapia de la Casa de Campo con explosivos (al parecer, dos brechas de unos cuatro metros cada una, provocación para que el enemigo concentre el fuego sobre ellas), unos carros ligeros se dejan caer por el talud que baja hasta el Manzanares, quedando algunos enfangados en sus aguas terrosas y sometidos a todo tipo de fuegos, pero dando el ánimo necesario para que los regulares se lancen con sus ululares a cruzar el río. Llevados por la inercia del ataque y vadeándolo bajo un fuego intensísimo, serán los hombres de la sección del teniente Ugedo los primeros en pasar, tirando del resto de su compañía (la del capitán Muslera) y ésta a su vez del II Tabor de Alhucemas del Mizzian al completo, al que seguirá de cerca el III de Ríos Capapé y con él toda la columna Delgado Serrano. Cruzarán a golpe de riñón, con el agua por las rodillas y llevando los fusiles en alto, recibiendo fuego de todos sitios: desde las posiciones de la gasolinera de El Pardo al Norte; desde el Puente de los Franceses al Sur; desde arriba por obra y gracia de la artillería, la aviación y el tren blindado de la Estación de Príncipe Pío; y, por supuesto, desde su frente, donde les aguardan los hombres de la columna gubernamental López-Tienda y elementos de la de Durruti. Al amparo del fango y de la oscuridad, y a bombazos de mano, los áscaris desalojarán las primeras posiciones del enemigo, que al final cede pero combatiendo bien. Esa misma tarde del 15 de noviembre un parte nacional ya presume de haber puesto pie en los primeros edificios de Madrid (“Asensio avanzó ocupando los primeros edificios de Madrid”), y, a la noche, las tropas exiguas y agotadas que han pasado -entre menos de 500 hombres y 1.000 como mucho según las distintas fuentes- dormirán en la Universitaria, habiendo ocupado Arquitectura y el Stadium, y oyendo por la noche, cuando las explosiones lo permiten, el rumor del laborar de los zapadores de Zaragoza a las órdenes del capitán Gallego que, intrépidos y diligentes a partes iguales, levantan en un tiempo inaudito a base de material reglamentario de Revista de Historia Militar, 122 (2017), pp. 79-96. ISSN: 0482-5748


REVISTA DE HISTORIA MILITAR 122
To see the actual publication please follow the link above