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RED 353

nacional tolerancia cero frente al acoso Las Unidades de Protección, ajenas a la cadena de mando, reciben el 38 por 100 de las denuncias disciplinarias Las UPA proporcionan a las víctimas apoyo integral y un canal para las denuncias. EL acoso sexual supone una traición a los valores y principios que inspiran la existencia de las Fuerzas Armadas; precisamente por ello, no cabe otra política que la de tolerancia cero», afirmó el pasado 27 de junio la ministra de Defensa, Margarita Robles, cuando compareció en la Comisión correspondiente del Congreso para exponer las directrices de su programa al frente del Departamento. Para combatirlo, las Fuerzas Armadas cuentan con unos órganos especiales: las Unidades de Protección frente al Acoso (UPA), que sirven de canal voluntario de transmisión de de- Hélêne Gicquel nuncias y ayudan en todo momento a las víctimas, además de desarrollar una labor de prevención y sensibilización. El funcionamiento de estas Unidades, creadas a través del protocolo de actuación aprobado por el Consejo de Ministros en noviembre de 2015, «está siendo muy positivo», asegura la teniente coronel Begoña Aramendía, directora de la División del Servicio de Apoyo al Personal del Ministerio. Así, el 38 por 100 de las denuncias disciplinarias por acoso —entendido como tal tanto el propiamente sexual como el que se comete por razón de género, y el profesional derivado de ambos— se interpone ante una UPA, mientras que el restante 62 por 100 se efectúa por conducto reglamentario, «lo que implica también —observa Aramendía— una confianza en este cauce». Las denuncias penales suelen presentarse directamente al órgano judicial competente. AGILIDAD Cuando un militar sufre acoso, puede denunciarlo ante sus mandos directos, ante la autoridad con competencia disciplinaria —subsecretario de Defensa, jefe de Estado Mayor de la Defensa, del Ejército de Tierra, de la Armada o del Ejército del Aire— o ante la UPA; y si opta por la vía penal, al juzgado togado militar o fiscalía jurídica-militar correspondiente. Ubicadas en los Mandos de Personal de los Ejércitos, las UPA son ajenas a la cadena orgánica de mando y están cerca de la autoridad con capacidad de decisión, como los jefes de Estado Mayor, lo que permite agilizar las actuaciones que deban realizarse, tanto sancionadoras como de protección de las víctimas. A estas les ofrecen una asistencia integral —médica, psicológica, asesoramiento profesional, jurídico y social, y acompañamiento en todo lo que precise—, con independencia de la vía por la que se haya denunciado o de si se trata de unos hechos que correspondan al ámbito penal o al disciplinario. Aunque la UPA ofrece en todos los casos asesoramiento jurídico y apoyo psicológico, estos solo se prestan si así lo desea la víctima, ya que en ocasiones cuenta con su propio asesoramiento jurídico o tratamiento psicológico. Si solicita el segundo, la UPA pone en contacto a la víctima con el psicólogo, quien habla con ella para proporcionarle la primera atención; después se ejerce un seguimiento personalizado de su estado para garantizar que vuelva al trabajo con la mayor normalidad posible. En cuanto al asesoramiento jurídico, el profesional orienta e informa a la víctima desde el principio hasta el final del proceso. En este seguimiento de los casos que realizan las UPA, el personal de las mismas reitera el ofrecimiento de los apoyos que marca el protocolo, por si la víctima no los hubiera requerido inicialmente pero quisiera disponer de ellos en algún momento. 16 Revista Española de Defensa Septiembre 2018


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