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aniversario TACP asignados a otras áreas donde la meteorología no les permitía realizar su misión. A esto hay que añadir que de todos los TACP desplegados en Bosnia-Herzegovina, solamente los equipos españoles contaban con pilotos de combate, y esto fue un valor añadido de los equipos españoles. Por este motivo, salvando las barreras del idioma, las comunicaciones entre los TACP españoles y las aeronaves eran más precisas, rápidas y fluidas. La descripción de los objetivos, la explicación de la situación táctica y las técnicas de ataque se hacían en un mismo lenguaje, ya que el controlador sabía con precisión qué información necesitaba el piloto en cada momento. Siempre ha sido más sencillo que un especialista transmita a otro especialista en la misma materia toda la información necesaria para el desempeño de su misión, y en este caso un piloto de combate sabía perfectamente cómo explicarle a otro piloto de combate cuál era su objetivo y como debía batirlo. La cuestión operativa se desarrollaba adecuadamente, al tiempo que los asuntos taurinos seguían progresando. El contingente militar español desplegado en Bosnia contaba con un número importante de entusiastas del toreo, que acabaron reuniéndose en los escasos momentos de ocio para hablar de su afición a la fiesta. Los más taurómacos del SPABAT se congregaban los sábados después de comer en la sala de televisión del campamento de Medjugorje, junto al bar. Allí se proyectaba alguna grabación de una corrida de toros y posteriormente se organizaba una tertulia taurina. Ya se ha indicado anteriormente que uno de los más destacados miembros del equipo Bullfighter 1 había sido novillero, llevando todavía en la sangre el arte y la afición. En la segunda parte del destacamento, este equipo se encontraba en Dracevo y tuvo conocimiento de esas reuniones toreras de los sábados por la tarde. No fue fácil, pero un sábado que las obligaciones operativas lo permitieron, el TACP Bullfighter 1 al completo se trasladó a Medjugorje, llegando a tiempo de la tertulia, en la que los aviadores participaron muy activamente, impartiendo sobradamente sus conocimientos. El capitán jefe del TACP, que se había quedado fuera tomando un café, se vio sorprendido por un tumulto con mucho bullicio que salía de la sala de la televisión. La sorpresa fue mayúscula, nuestro novillero salía a hombros de la sala, como los grandes matadores son sacados a hombros por la puerta grande de la plaza de toros tras haber cortado dos orejas en una faena memorable. Es importante reseñar que como resultado de esas reuniones Oficina IFOR 1996 190 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Marzo 2019


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