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o neutralizar unidades, medios e instalaciones del DAESH. Por estos condicionantes, el F-22 Raptor fue utilizado (en su primera misión de combate) para lanzar los ataques iniciales de la Operación Inherent Resolve (OIR) en Siria, en SEP2014. La situación en Iraq ha variado sustancialmente; la presencia de elementos terrestres iraquíes (ISF), apoyados y asesorados por miembros terrestres de la Coalición, ha hecho que las operaciones aéreas hayan sido sensiblemente diferentes. En este otro teatro se han llevado a cabo operaciones aéreas de interdicción del campo de batalla contra objetivos de superficie (relativamente próximos a zona de contacto y en disposición de afectar directamente a fuerzas terrestres iraquíes) y operaciones aéreas de apoyo aéreo cercano, dirigidas contra elementos del DAESH próximos a las fuerzas terrestres iraquíes y que han requerido una coordinación estrecha con el fuego y el movimiento. La característica dual de este conflicto hizo que el número de ataques de la Coalición realizados en Iraq fuera inicialmente superior al desarrollado sobre suelo sirio, igualándose prácticamente hacia el final de la contienda; unos 12.500+ (Iraq) y 8.500 (Siria) en MAY17, por 14.155 (Iraq) y 14.940 (Siria) en FEB18. Los campos de entrenamiento, refinerías, instalaciones militares, posiciones de combate, convoyes, etc, han sido objetivos aéreos estándares. Tras tres años y medio de campaña aérea, el poder aeroespacial no solo contuvo al DAESH al inicio de la campaña, sino que ha facilitado las operaciones terrestres, haciendo retroceder y perder control del terreno a las Unidades del DAESH. Pese a todos los condicionantes, las fuerzas de la Coalición apenas han sufrido desgate y bajas, pudiendo considerarse la campaña aérea casi modélica. Sin embargo, entendiendo el conflicto con el DAESH prácticamente acabado, y este con una capacidad muy limitada de conducir operaciones en la región y en el resto del mundo, las cosas en este complicado conflicto nunca han sido fáciles. Las diferentes facciones y los países y coaliciones involucrados han hecho de él un escenario realmente complejo. Como conclusiones de esta contienda, en lo que respecta al instrumento o poder aeroespacial, podríamos decir lo siguiente: - El poder aeroespacial de la Coalición se ha mostrado resolutivo frente al DAESH, atacándolo en profundidad o conteniéndolo frente a fuerzas terrestres de oposición. - La campaña aérea, a través de una aproximación dual y aunque con efecto más lento del deseado, ha dado finalmente sus frutos frente a un adversario que perdió la iniciativa y sus dominios. - Su gran asimetría, precisión y persistencia sistemática consiguieron quebrantar el control que ejercía el DAESH. Su contribución ha sido fundamental para derrotarlo. - La única salida del DAESH es dispersar sus fuerzas y difuminar su liderazgo. En ese contexto, las operaciones de inteligencia (reconocimiento e intercambio de información/inteligencia y acceso a fuentes e informantes), basadas en medios ISR, serán requisito previo para seguir actuando sobre el terreno, mientras sea necesario. - La asistencia y asesoramiento y la dotación de material (a las ISF y a rebeldes sirios) para guiar ataques aéreos de la Coalición mejoraron la efectividad de sus ataques. Los resultados tardaron, pero finalmente llegaron. CONCLUSIONES RELACIONADAS CON LA EVOLUCIÓN DEL PODER AÉREO Un siglo después de Giulio Douhet y Billy Mitchell, el instrumento o poder aeroespacial constituye el medio principal del mundo occidental de utilización del instrumento nacional de poder militar con un riesgo y coste político relativamente bajos y con una rapidez de respuesta casi inmediata. Por ello, se ha convertido en el instrumento idóneo, cuando es necesario, en manos de la política nacional. Los adversarios, a los que probablemente nos enfrentemos más allá de la segunda década de este milenio, continuarán siendo fundamentalmente milicias, sin los escrúpulos y cortapisas legales que se imponen los estados, formadas por un Poder Aeroespacial 596 a través de su evolución


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