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EL FIN DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL Y LA CREACIÓN... 49 dos escenarios de características distintas. Por un lado, en las cuestiones derivadas de los problemas en el norte de África, y por otro en la coyuntura política internacional y la evolución y desenlace de la contienda en Europa. Particularmente, a la hora de amoldarse a la nueva realidad, que surgiría al fin de las hostilidades entre los aliados y los imperios centrales. En este sentido el general Weyler, jefe del EMC,7 advertía, ya en 1916, sobre la necesidad de mantenerse alerta para poder defender los derechos de España cuando llegara la hora de la “paz”. Una situación complicada Así, al igual que en otros espacios de la vida española las circunstancias vividas, al final, incluso los meses inmediatamente anteriores al término de la Primera Guerra Mundial, tuvieron notable incidencia en diferentes ámbitos del Ejército español. Especialmente, en aquellos relacionados con los intentos de dar respuesta adecuada al desafío planteado por la situación en Marruecos. Sin olvidar los graves desajustes estructurales que habían conducido, entre otras cosas, a la profunda división en sus propias filas.8 En este artículo vamos a ocuparnos de la atención prestada al primero de estos asuntos y, en consecuencia, a la labor llevada a cabo para crear el Ejército colonial de África, sobre todo, entre 1918 y 1920. Conviene recordar al efecto, que no iba a ser fácil aplicar, en nuestro país, las enseñanzas recibidas de la Gran Guerra. Entre otras razones, porque en ella se había puesto en práctica la doctrina de la nación en armas, para movilizar el mayor número posible de soldados. Algo sólo realizable en situaciones excepcionales que debería contar con un respaldo social ampliamente mayoritario y con los medios económicos necesarios, más allá de si el marco legal lo permitía o no. El Ejército español no estaba en condiciones de poner en todo su vigor esta fórmula, por cuanto la opinión pública se mostraba opuesta de manera evidente, y tampoco disponía de los recursos adecuados. Por otro lado, nuestro objetivo inmediato no sería mantener una guerra internacional de carácter general, sino aplastar la insurrección, especialmente de algunas kabilas rifeñas en la zona del protectorado de España en Marruecos, aun cuando su levantamiento llegase a límites tan importantes como los de la etapa 1919-1921. 7 EMC, Estado Mayor Central del Ejército. 8 Ya en 1916 se publicó, bajo el pseudónimo de Capitán X (posible “alias” de Nazario Cebreiros), El problema militar de España, poniendo de manifiesto algunos de los “males” más importantes que afectaban a las instituciones castrenses. Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2019, pp. 49-70. ISSN: 0482-5748


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