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fuerzas armadas Hasta Teruel y Castellón se desplazaron 353 militares de la UME con 108 vehículos de distintos tipos Para la Campaña Invernal, que finalizará el 15 de abril, la Unidad Militar de Emergencias dispone de 1.400 militares con elementos de apoyo logístico para ayudar a los damnificados y secciones de intervención en emergencias tecnológicas y medioambientales para el caso de que una gran nevada o tormenta invernal afecte a infraestructuras sensibles. Están equipados con 15 quitanieves y más de un centenar de vehículos especialmente preparados para actuar en situaciones adversas, como TOM, TOA, VEMPAR, góndolas, palas cargadoras o Dozer de cadenas. Este año, la unidad ha incorporado nuevos vehículos con los que amplía su capacidad de actuación. Uno de ellos es el Argos, un todoterreno anfibio 8x8 que puede llegar hasta puntos aislados y moverse fuera de las carreteras. «Estuvo en pruebas el pasado año —señala el jefe del IV Batallón de Intervención en Emergencias, teniente coronel Alejandro Morón—. Se le pueden adaptar cadenas de goma para desplazarse por terreno nevado y, al tener diferentes configuraciones, puede servir de apoyo a los intervinientes, tanto para llevar carga como evacuar heridos». El otro, es un vehículo multipropósito que puede configurarse en función de los riesgos. «En la campaña invernal —apunta el teniente coronel— lleva una cuña quitanieves con dispensador de sal para mejorar el estado de las vías de comunicación». ENTRENAMIENTO CONTINUO Antes de que comience cualquier campaña —invernal, fuegos, inundaciones…—, los miembros de la UME llevan a cabo una preparación especialmente diseñada «en función del riesgo principal de cada época del año», explica el jefe del IV BIEM. En invierno, el entrenamiento se enfoca a la limpieza de vías de comunicación, facilitar el paso a puntos sensibles y servicios esenciales, evacuación de personas aisladas, reparación y mantenimiento de infraestructuras críticas o la búsqueda y rescate de personas en grandes áreas alejadas de vías de comunicación y en zonas de difícil acceso. «Tenemos personal con capacidad genérica de intervención para atender a la mayoría de estos cometidos. Pero también compañeros especialmente preparados, como esquiadores rescatadores, que pueden actuar en ambientes BIEM IV Efectivos de la UME ayudan a despejar con palas las carreteras que habían quedado intransitables en Daroca para restablecer la circulación de camiones. montañosos, mucho más abruptos», explica el teniente coronel Morón. Las distintas emergencias en las que participa la UME no siempre se corresponden con el período de campaña en curso. «Durante la campaña contra incendios tuvimos que participar en las inundaciones de Orihuela y Murcia. En noviembre estábamos en la campaña de inundaciones y nos hemos enfrentado a una tormenta invernal», explica el teniente coronel. Por eso, añade, «tenemos preparados planes de transición que nos facilitan responder rápidamente y poder cambiar de una a otra situación de emergencia». De hecho, cuando se desató la borrasca Gloria, parecía que la intervención de la UME se iba a centrar en paliar los efectos de las graves inundaciones cuando, finalmente, terminó trabajando en las zonas afectadas por las fuertes nevadas. La previsión meteorológica de cara a lo que queda de invierno es incierta y los especialistas no se atreven a pronosticar a largo plazo. Lo que está claro es que los temporales se han adelantado, ya hemos tenido frentes importantes y se podrían repetir a lo largo de los próximos meses. «Ojalá no tuviéramos que intervenir, eso querría decir que los ciudadanos no se ven afectados, lo que es una buena noticia. Pero, si hace falta, estamos preparados para cualquier actuación», concluye el jefe del IV BIEM. Elena Tarilonte Febrero 2020 Revista Española de Defensa 39


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