Querida familia paracaidista:
El primer semestre de 2021 ha venido marcado por dos acontecimientos
clave. Por un lado, hemos sufrido la tercera ola de la pandemia que,
aunque menos severa que en 2020, nos ha obligado a contribuir a
operaciones en apoyo a las autoridades civiles. Por otro lado, nuestro
nuevo encuadramiento en la actual organización del ET, la Organización
Orientada a la Misión (OOM), que reúne en la División «San Marcial»
a todas las unidades de capacidades únicas, especificas y de alta
disponibilidad.
Así pues, este semestre hemos seguido participando en la operación
«Misión Baluarte» apoyando con rastreadores a las comunidades de
Castilla-La Mancha y Valencia. También nos vio la sociedad española
a primeros de año, con ocasión de las tormentas invernales en Madrid y zona centro donde, gracias a nuestra
decidida y rapidísima actuación, contribuimos a restaurar los servicios esenciales de la capital de España y
otras ciudades, ante una situación que desbordó los servicios públicos.
En cuanto a compromisos operativos, hemos generado y preparado el contingente A/I XIV en base a la 12.ª
Compañía de la BPAC III, actualmente desplegado en Bagdad (Irak) en apoyo a la formación de las Fuerzas
Armadas iraquíes (ISF). Una misión en un entorno complejo, en plena transferencia de responsabilidades
entre la Coalición y la OTAN y ante una amenaza latente y resuelta que está requiriendo todo el buen «saber
hacer» de nuestros paracaidistas.
En cuanto a preparación, y ya en el marco de nuestra nueva división, hemos desarrollado los primeros
ejercicios de integración en busca de sinergias con nuestros nuevos hermanos. Con las FAMET, siguiendo
un camino iniciado ya hace muchos años, hemos llevado a cabo una serie de ejercicios de interoperabilidad
que han culminado con el ejercicio «Martial Resolve» 21, desarrollado en mayo entre la Base de Almagro,
Chinchilla y los Alijares. En él, una agrupación táctica de asalto aéreo al mando del coronel jefe del RIPAC
4 y compuesta por un grupo táctico en base a la BPAC II y otro de helicópteros, con aparatos de todos los
batallones de las FAMET, llevó a cabo una audaz operación de asalto aéreo nocturna de entidad GT 400. Sin
duda, un hito importante en el combate interarmas con nuestra recién creada Aviación del Ejército de Tierra.
Asimismo, hemos apoyado a los batallones de cazadores de montaña con nuestra Cía. de Reconocimiento
Avanzado en terreno de montaña media, mientras seguimos desarrollando tácticas, técnicas y procedimientos
con el MOE, esta vez con el S/GT FAOE formado en base a la 13.ª Cía. de nuestra BPAC III.
Merece también destacar la reciente integración en la Brigada de doscientos veintitrés nuevos paracaidistas
que, provenientes del segundo ciclo de 2020, aportan sangre nueva, fuerza y juventud a nuestras banderas,
batallones y grupos.
En cuanto a nuestras capacidades específicas cabe destacar los ejercicios «Lone Paratrooper» y «Long
Precision», que han podido contar de nuevo con participación internacional (Francia, EE. UU., Portugal)
y nacional (Armada, GC, CNP y diversas unidades del ET), y el «Sirio» 21, ejercicio principal anual del
Ejército del Aire, desarrollado entre la B. A. de Morón y la provincia de Ciudad Real integrando elementos
de la BPAC II como unidad ejecutante y dentro de la estructura de mando y control.
Y así hemos terminado este semestre, con la satisfacción de haber sido de nuevo útiles a la sociedad
española, con la tranquilidad de saber que nuestros «paracas» cumplirán sobradamente su reto en Bagdad y,
desde luego, con la alegría de ver por fin recuperado nuestro apellido «Paracaidista» tras el nombre de todas
nuestras unidades subordinadas.
Seguimos trabajando día a día, como siempre y con el Espíritu de siempre, para seguir siendo referente y
punta de lanza de nuestro Ejército.
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editorial
Vuestro general
Luis Sáez Rocandio