Page 176

Revista del IEEE 6

176 Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) Núm. 6 / 2015 A pesar de estos esfuerzos de reflexión intelectual y de elaboración doctrinal y los objetivos expuestos en el Libro Blanco de 1994, las capacidades de las fuerzas armadas del país, especialmente las del Ejército de Tierra, continuaron erosionándose. La abolición del servicio militar obligatorio sin contar con previsiones fundadas sobre la profesionalización condujo a que muchas unidades estuviesen por debajo de las plantillas, mermando su operatividad. Además, se reemplazó la estructura divisional por otra estructura asada en brigadas sin analizar sus implicaciones operativas y se suprimieron numerosos regimientos sin criterios claros, obviando la antigüedad o el historial. La distribución territorial de las unidades integradas en las brigadas se caracterizaba por su dispersión territorial, reduciendo la cohesión interna y complicando las tareas del mando. La reducción del adiestramiento debido a la disminución de la frecuencia de las maniobras, la carencia de municiones para entrenamiento y la obsolescencia de numerosos sistemas de armas, que redujo la tasa de disponibilidad de los medios terrestres, navales y aéreos, también contribuyeron a mermar capacidad operativa a las fuerzas armadas.26 Sin embargo, la promulgación de la Ley de Programación Militar 2003-2008 intentó poner freno a la pérdida de capacidades militares.27 Tras muchos años de reducciones presupuestarias, la ley presentaba un aumento del gasto y de las inversiones, en especial en armamento y material: medios de disuasión nuclear, transporte aéreo y naval, defensa antimisiles y defensa espacial y medios de ataque en profundidad. En otras palabras, París pretendía reforzar su autonomía decisoria, modernizando el arsenal y las capacidades de sus fuerzas.28 La experiencia adquirida en misiones internacionales (Balcanes, Afganistán, Costa de Marfil, Congo, Irak o Líbano) reportó valiosas enseñanzas, en particular al Ejército de Tierra. Entre otras lecciones aprendidas se observó que las unidades terrestres no deberían estar tan especializadas, dado que sobre el terreno se les exigía capacidades polivalentes (acción armada, estabilización o asistencia humanitaria);29 se desarrollaron capacidades para el combate urbano, y se potenciaron las fuerzas medias en detrimento de las pesadas y se revisaron los ciclos operativos en el exterior.30 26  BOYER, Yves, Organisation des forces françaises. Armées de Terre, de l’Air et Marine Nationale. Structures, implantations, unités et équipements majeurs, París: Fondation pour la Recherche Stratégique, 2002. 27  Assemblée Nationale, LOI n° 2003-73 du 27 janvier 2003 relative à la programmation militaire pour les années 2003 à 2008, París: Documentation Française, 2003. 28  BOURDILLAU, François, «Evolutions de l’Armée de l’Air vers le modèle Air 2015», en PASCALON, Pierre (dir.): Les armées françaises à l’aube du XXI siècle-L’Armée de l’Air, Paris: L’Harmattan, 2003, pp. 241-259. 29  Ministère de la Défense, Le plan prospectif à 30 ans. Synthèse et Annexes, París: Ministère de la Défense, 2005. 30  KLEIN, Michel, Armée de Terre: armée d’emploi, París: Fondation pour la Recherche Stratégique, http://revista.ieee.es/index.php/ieee


Revista del IEEE 6
To see the actual publication please follow the link above