250 Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) Núm. 6 / 2015 globalización. De hecho, según Barnett, hay un área desconectada de este proceso, principalmente la región andina. Las otras dos tensiones son la atlántica y la pacífica. El mundo del Pacífico es demasiado diverso y distante, cultural y geográficamente, para transcender más allá de los acuerdos de libre comercio recientemente suscritos, y aun de una formulación genérica o bilateral de los mismos. Sin esto, la cooperación no puede pasar de los buenos propósitos o de la retórica. Ser un imperio es caro, requiere de sacrificios y esfuerzos. Brasil es una realidad contradictoria, como también lo era el Reino Unido cuando se convirtió en imperio; por ejemplo, el hambre asoló Irlanda y algunas áreas de Inglaterra mientras esto sucedía. Ser imperio es una cuestión de voluntad, recursos y organización. La voluntad se mide no tanto por la retórica como por la tolerancia frente a los sacrificios; y eso requiere que la población se implique. Brasil cuenta con amplios recursos, un vasto territorio y población (en uno y otro criterio ocupa el quinto del mundo), ha crecido y es una potencia económica, pero adolece de un peso cultural e incluso de defectos organizativos que limitan sus buenos resultados. Mientras tanto, viejos conflictos, sin quedar resueltos, han experimentado una evolución satisfactoria. Al tiempo, agentes del exterior del continente, algunos de ellos nuevos, han hecho su irrupción en este escenario, todo lo cual ha tenido inequívocas consecuencias en el ámbito de la Seguridad y Defensa, que, en términos generales, ha avanzado por la senda de la democracia. Simultáneamente, las relaciones entre las Fuerzas Armadas de diferentes países se han intensificado de modo parejo al que lo han hecho las relaciones generales interestados, constituyéndose en un espacio más para el encuentro y contribuyendo a la generación de confianza y mutuo conocimiento cuyo desbordamiento da oportunidad a nuevas formas de colaboración. Esta situación no pretende ser la de una arcadia feliz: son aún muchos los problemas que quedan por resolver en la zona -tanto a nivel interno (pobreza, desigualdad, exclusión…) como en el ámbito geopolítico (emergencias, rivalidades, la geopolítica indígena, los populismos…) - que convergen y se realimentan los unos a los otros. Además, se plantean cuestiones ineludibles sobre cómo avanzar en la reforma del sector de Seguridad o el papel que han de tener las Fuerzas Armadas unos Estados más fuertes y unas sociedades civiles mejor vertebradas. Lamentablemente, la fragilidad de algunos Estados y su deficiente funcionamiento deriva en situaciones de impunidad ante la violencia y el delito, lo que está en la base de la mayor parte de las vulnerabilidades y riesgos que afronta la región y que se asocian a otras muchas - incluso a las cuestiones medioambientales - que se transforman en problemas públicos y hasta en desafíos trasnacionales. http://revista.ieee.es/index.php/ieee
Revista del IEEE 6
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