251 Recensión En esta línea se inscriben los riesgos que plantea para la región la acción del crimen organizado, de los diversos tráficos ilícitos y de la corrupción política. Todos ellos laminan y pervierten las instituciones públicas, que quedan copadas por intereses privados. El fenómeno de la criminalidad organizada se ha ido transformando en una actividad de constante perfeccionamiento, por lo que se hace necesario diferenciar entre modalidades, así como enfrentarlo de manera decidida, pero también racional, armónica y sistematizada en todos los ámbitos de la vida política, social, económica y jurídica de la región. La obra no duda en abordar desafíos considerados de nuevo cuño, como son los problemas relacionados con la energía, que requieren de la necesaria e imprescindible integración energética como única forma de superar la vulnerabilidad de los países de la región en este ámbito específico. Así mismo, el cibercrimen aparece para poner de manifiesto las dificultades que entraña abordar los problemas relacionados con la ciberdelincuencia, pero también la necesidad de combinar respuestas nacionales con planteamientos regionales, fundamentalmente en torno a la cooperación internacional como única forma sensata de enfrentar este desafío. Probablemente las respuestas que los gobiernos otorgan están resultando insuficientes, ya que los desafíos son ingentes y requieren, no solo esfuerzos nacionales basados en políticas técnicamente adecuadas, integrales y coordinadas, sino que la transnacionalización impone consensuar y coordinar las respuestas. Se precisa profundizar en la cooperación entre países; si los problemas son regionales, las respuestas también han de serlo Ante esta situación, la comunidad internacional ha vuelto la mirada hacia la región con el fin de apoyar y sustentar procesos de mejora de las políticas de justicia y seguridad, con resultados inciertos hasta el momento. Es más, la coordinación de estos dos ámbitos con la Defensa requiere encontrar un equilibrio óptimo para hacer frente a desafíos como el que encarna el crimen organizado, excesivo para una respuesta unilateral por parte del poder civil y que ha llevado a algunos gobiernos a utilizar sus Fuerzas Armadas, con los riesgos que ello implica. Hacen falta también políticas sociales en las que se dé cauce a la participación y sirvan a la legitimación del camino emprendido. De igual forma, se analiza los aspectos relacionados con la variable internacional: la seguridad ha pasado a ser un tema esencial para la cooperación. La vinculación entre las políticas de seguridad y las políticas de desarrollo dio en su tiempo como fruto un feliz consenso en torno a la idea de la seguridad humana. Sin embargo ello puede derivar en una cierta trampa por su ambigüedad e imprecisión, haciendo tal concepto poco operativo como bien prueba la Misión actualmente desplegada en Haití. http://revista.ieee.es/index.php/ieee
Revista del IEEE 6
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