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MEMORIAL CABALLERIA 81

Varios 143 MISCELÁNEA • Hace también referencia a que pudiera ser una adaptación para las cornetas, que en aquella época el ejército español no tenía; se implantaron casi cincuenta años después. Había por entonces pífanos. • Como bien expone, nada tiene que ver la melodía con la Marcha Real o Marcha de Gra-naderos. • De su significado también podemos decir que es el toque de honores más antiguo. Hemos visto que así estaba reglamentado y su equivalencia a día de hoy sería el himno nacional. Hay que tener en cuenta que nuestro himno procede de la Marcha Granadera de 1761, escrita para pífanos, y que con el paso de los años ha llegado a ser el himno nacional, mientras que los puntos de marcha han seguido y siguen marcando su cometido desde sus orígenes. Lo que ha pasado es que con la desaparición de los caballos de las unida-des, muchos de estos últimos, han podido dejar de interpretarse y sufrir cierto olvido, tal Memorial de Caballería, n.º 81 - Junio 2016 como ha ocurrido con la música de caballería. Diferencias entre los puntos De la ejecución de cada punto poco se puede comentar, ya que vienen las explicaciones en ge-neral para los cinco, menos en el reglamento de 2006, que marca el 1.º como Bandera y el 5.º para la salida y retirada de Estandarte. Pero lo más seguro es que se ejecutaran: 1. Como se recoge en 1774: siempre que la tropa marche con la formalidad correspondiente durante las marchas y en las paradas y desfiles, y se tocarían como si fuesen las marchas que hoy podemos escuchar a cualquier banda; y tal como a día de hoy los podemos oír al trote, interpretados por la Banda de Clarines del Escuadrón de Escolta Real de la Guar-dia Real en los actos de escolta a S. M., o Credenciales, al igual que por la del Escuadrón de la Guardia Civil en sus desfiles. 2. Los puntos de marcha al paso, al ser más solemnes, son los que se interpretan para los honores –normalmente el 5.º–, pero cualquiera de ellos sería aplicable para los mismos. Es más, la elección del toque se establecería según la distancia a recorrer por el estan-darte en combinación con el aguante de los que tuvieran que efectuar los floreos. Así, del 5.º punto se pasaría a otro, que normalmente sería el 3.º. Al aire de trote son más indicados para las paradas y los desfiles. Tanto los del aire de al paso como los de trote mantienen sus estructuras en su formación de partes. Solo tienen su diferencia en el modo del aire, como ya se ha comentado anteriormente. • 1.º Punto: Consta de dos partes que se ejecutan seguidas, por lo que el floreo, en aire de trote, es seguido también, pero en su modo simple (acompañando a los clarines naturales, sin hacer ninguna floritura que obligue a los clarines a acortar o alargar las notas). En el aire de al paso, este se convierte en solemne y el floreo se hace (según maestros, o más aventa-jado) de una forma de picados o ligados, en los que la banda espera que le dé la entrada. En este punto, al ser las dos partes seguidas en la interpretación de al paso, los floreos no se extienden en sus interpretaciones, pues es fácil incurrir en algún error por falta de aire o fuerzas. • 2.º Punto: De las dos partes que tiene el primero, en este se introducen dos notas que separan ambas. En las interpretaciones al trote sigue la misma línea que el 1.º, y en el de al paso, el intérprete del floreo tiene un pequeño respiro para seguir la segunda parte. • 3.º Punto: A este se le suma una parte más en medio, en la que el solista tiene tiempo suficiente para reponerse del esfuerzo del 1.º y continuar con el 2.º más relajado, pudien-do dar más realce a su intervención. En el aire de trote se mantiene la misma línea de los anteriores.


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