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REVISTA DE SANIDAD FAS ENEMAR 2017

Aerotransporte de pacientes con alto riesgo de contaminación por enfermedad... Sanid. mil. 2017; 73 (1)  47 Gran parte del éxito de la misión recae en la correcta prepara-ción y coordinación de la aeroevacuación. En este caso, los objeti-vos asistenciales de cualquier misión MEDEVAC, basados en pro-porcionar al paciente la asistencia que necesita incluso durante el vuelo, se ven ampliados con otros dos esenciales: proteger a la tri-pulación de un posible contagio y proteger a la aeronave evitando que cualquier secreción, detritus o material contaminado entre en contacto con ella y la transforme en una estructura contaminada. Con el fin de cumplir estos objetivos se trabajó para convertir la aeronave en una gigantesca doble incubadora. La primera era la propia cámara de aislamiento que separaba al paciente y pro-tegía al resto del personal implicado, de cualquier contacto con él y sus fluidos corporales. La segunda era la propia aeronave, sectorizada en las llamadas “zonas asistenciales”: –– “Zona Asistencial o Sucia”: Situada en la parte posterior de la aeronave, la más alejada del “Cockpit”. Es la zona en la que se sitúan los pacientes, protegida con plásticos aislantes que cubren asientos, suelo y paredes de la aero-nave y a la que únicamente accede el personal sanitario que realiza la asistencia directa. Los residuos generados quedan confinados en los contenedores específicos. –– “Zona Limpia”: Corresponde propiamente al cockpit. Es el punto más alejado de la anterior, en donde se sitúa el resto del personal asistencial y la tripulación. –– “Zona Intermedia o de tránsito”: A modo de interfase entre las dos anteriores. Es la zona donde se ubican, se colocan y se retiran los equipos de protección individual necesarios, y por la que hay que transitar obligatoriamente para pasar a cualquiera de las otras dos, teniendo en cuenta que este paso debe ser unidireccional, no debiendo cruzarse nunca, de tal modo que hasta que no se ha completado el tránsito en una dirección no se inicia en la dirección contraria. Los movimientos y procedimientos asistenciales se controlan de forma muy estricta, de tal modo que sólo se permite la estancia en la “zona sucia” por parejas, en el que uno trabaja directamente sobre el paciente y el otro cumple dos misiones muy importantes: –– Vigilar y controlar los movimientos asistenciales, de tal modo que si se aprecia que algo transgrede el protocolo de aislamiento, es el encargado de parar la acción y de to-mar las medidas necesarias para restablecer la seguridad. –– Comprobar el estado físico del que realiza la asistencia. Si bien todos los protocolos internacionales dicen que en ningún caso debe exceder los 90 minutos, no se estableció un tiempo asistencial predeterminado, bastaba con con-siderar que no se estaba en perfectas condiciones, para notificarlo y proceder a abandonar la zona evitando, de este modo, convertirse en un peligro para el paciente y para los propios compañeros. CASOS 1 y 2. Liberia. 6-7 de Agosto de 2014 En la tarde del martes 5 de agosto de 2014 se activa la UMAER a las 20:00 horas, lo que significa, por protocolo inter-no específico, que en dos horas todo el equipo está presente en las instalaciones de la Unidad en la Base Aérea de Torrejón para realizar la configuración médica de la aeronave. El equipo que se dedica a esta preparación es el propio personal sanitario que está activado para el vuelo junto con el personal de la unidad alertado en tierra, dejando el avión preparado para la misión en aproximadamente 3 horas. Finalmente la salida fue retrasada a la espera de confirmación de permisos, sobrevuelos internacio-nales y a la posible presencia de personal de Sanidad Exterior como parte del equipo de repatriación. El Airbus A-310 es un avión rápido (900 Km/h), de gran au-tonomía (9600 Km) y velocidad, que permite trabajar en con-diciones de iluminación, humedad, sonido y temperatura muy confortables para el paciente, pero no es paletizable (colocación de palets sanitarios sobre el suelo del avión para la fijación de camillas y equipos, y la introducción de los mismos a través de un portón) lo que dificulta el acceso de pacientes inestables, así como de equipos y la ubicación de los mismos. Pero además su configuración interior solo se puede adaptar a las necesidades de los pacientes mediante limitados cambios estructurales, es decir, en este caso, las necesidades asistenciales se adaptan al avión. Dispone de dos accesos uno por delante y otros por detrás. La puerta delantera que se continúa con un largo pasillo por el lateral izquierdo de la aeronave y que termina en la cabina de pasajeros formada por dos pasillos que separan tres zonas de asientos. Es el único acceso posible para la introducción de materiales volumino-sos (cámara de aislamiento). La puerta trasera se encuentra sepa-rada de la zona de pasajeros por una estructura fija que imposibi-lita el acceso de los equipos sanitarios más voluminosos por ella. La cámara de aislamiento debe fijarse a la aeronave de tal forma que no se mueva ante turbulencias o contingencias duran-te el vuelo debiendo garantizar, en todo momento, el confort y la seguridad del paciente y de la tripulación que le asiste. Para ello, teniendo en cuenta que los protocolos de la Unidad duplican las necesidades reales y sabiendo que había que repatriar a dos pa-cientes, se dispusieron 4 nichos reclinando los asientos 3, 5, 7 y 9 de la fila D (ver esquema). De esta forma se crea un espacio, deli-mitado por los respaldos de los asientos anteriores y posteriores, donde se situó una camilla nido que sirve de nexo de fijación a la aeronave (Se montaron 3 estructuras dejando la 4ª preparada pero sin montar). Sobre ella se dispuso un colchón de vacío, que actúa como relleno y aumenta el confort de los pacientes, sobre él un tablero espinal, que da rigidez y permite el traslado, sobre él una colchoneta que permite almohadillar el suelo de la cámara y finalmente la cámara de aislamiento. Para realizar el traslado con seguridad de los pacientes se desplaza el conjunto formado por tablero espinal, colchoneta y cámara de aislamiento. En este caso, por las condiciones de la aeronave, se consideró “zona sucia” toda la cabina de pasajeros (ver figura 1), por lo que se procedió a aislar con plásticos impermeables todos los asien-tos, el suelo de los dos pasillos y el suelo y paredes del pasillo de acceso, es decir de todas las zonas que podían entrar en contacto con la cámara de aislamiento. En los asientos contiguos a la ubi-cación de las cámaras se situaron los equipos de electromedicina (monitor multicanal y bombas de infusión) sobre empapadores que aumentaban la protección de dichos asientos, contenedores de residuos, depósitos con alcohol-gel, respirador, botellas de oxígeno y ampulario con medicación. De todos los medios materiales utilizados hemos de destacar dos:


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