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REVISTA ESPAÑOLA DEFENSA 349

Capitán de corbeta Fernando Aguirre, comandante del S-73 Mistral «Los submarinos son discretos y polivalentes» El capitán de corbeta Fernando Aguirre (natural de Cartagena, 39 años), acumula una amplia experiencia en el arma submarina. Después de seis años destinado en los sumergibles de la clase Galerna, se integró dos años en la dotación de un submarino nuclear de ataque francés, país en el que superó en 2016 el curso de aptitud de comandantes de submarinos. Desde hace nueve meses está al mando del Mistral. —¿Qué relevancia tiene la guerra antisubmarina para la OTAN? —La presencia de un gran número de países aliados, un total de diez, da una idea del despliegue de medios que se ha llevado a cabo en estas dos semanas de ejercicios y la preocupación de la OTAN en adiestrar a sus unidades en la guerra antisubmarina. Es una guerra actual, que destaca por su complejidad, pues los submarinos suponen una amenaza discreta y polivalente y con un importante factor psicológico sobre las unidades de superficie, las cuales tienen que enfrentarse a una amenaza que no ven y que se presenta en el momento menos esperado. Por otro lado estas maniobras demuestran, una vez más, que los medios antisubmarinos por antonomasia son los medios aéreos. Sus capacidades han mejorado mucho en estos últimos años y siguen siendo inmunes contra los submarinos. —¿Qué papel ha desempeñado el Mistral? —Hemos ayudado al adiestramiento de los medios aéreos en el ciclo de búsqueda, detección inicial, clasificación y seguimiento. Además, hemos actuado como medio enemigo, manteniendo una amenaza constante a las fuerzas de superficie, y hemos participado en ejercicios contra otros submarinos. —¿Cómo reaccionan cuando detectan que un torpedo se dirige hacia ustedes? —El buque y la dotación reaccionan de una manera muy enérgica, con tres fines: alejarnos, ocultarnos y engañar al torpedo. No hay tiempo que perder, el alcance de detección de los torpedos es muy reducido, con lo que suelen lanzarse a muy poca distancia del submarino y, como se puede imaginar, el tiempo de reacción es mínimo. La dotación debe maniobrar el submarino para salir de la distancia de detección del torpedo, posicionarse en la cota óptima de ocultación y engañarle mediante el uso de diferentes tipos de señuelos. La velocidad de los torpedos es mayor que la de cualquier submarino y los submarinos convencionales no podemos mantener grandes velocidades de una manera prolongada, por la limitación de la batería. De ahí la importancia de que la maniobra esté orientada a ocultarnos y engañar al torpedo más que a huir de él. —En el ejercicio han concurrido submarinos de diversos países ¿Había muchas diferencias entre ellos? —En estas maniobras han participado seis unidades, que yo clasificaría en dos tipos: veteranos y modernos, que serían los que tienen menos de 15 años. A su vez, participó un moderno submarino norteamericano, el John Warner, con tan solo cinco años, que dispone de propulsión nuclear. La cualidad fundamental del submarino es la discreción. Debe tratar de operar sin necesidad de tener contacto con la atmósfera, para no ser detectado visualmente. A su vez, ha de ser muy silencioso para evitar ser detectado acústicamente. Los submarinos modernos pueden operar mucho más tiempo sumergidos, sin necesidad de hacer snorkel para cargar la batería, son más silenciosos, lo que dificulta enormemente su detección por medios acústicos pasivos y, además, disponen de sensores acústicos de mejor calidad que les permite aumentar sus alcances de detección y clasificación. Teniendo en cuenta que hace 15 años el mundo vivió una revolución tecnológica, esos submarinos modernos nacieron en esa época y los veteranos en la precedente. Por otro lado la propulsión nuclear le proporciona una independencia ilimitada de la atmósfera y una capacidad extraordinaria de desplazarse a grandes velocidades para reposicionarse. —¿Que cambiará con la llegada del S-80? —Mejorará la capacidad de permanecer indetectado al disponer de una mejor batería, ser más eficiente (al consumir menos) y disponer de una planta AIP (de carga de baterías independiente de la atmósfera). Por otro lado, será un submarino menos ruidoso y, por lo tanto, más discreto acústicamente, y sus modernos sonares mejorarán enormemente su capacidad de detección. Además, el sistema de control de plataforma, sistema de combate, medios optrónicos y polivalencia de armas, permitirán al futuro submarino ser un elemento fundamental de la disuasión naval española. C. Valverde/OTAN —Son ya muchas semanas lejos de casa ¿Qué ambiente se está viviendo a bordo? —Fantástico. Lo mejor de este barco es el equipo humano. Me siento muy orgulloso de liderar esta plataforma, junto con 66 personas de una calidad técnica y humana indescriptibles. Es algo que me asombra día a día. A pesar de que las condiciones de vida a bordo de un submarino sean difíciles, vivimos en un espacio confinado, respirando constantemente aire viciado, con restricciones de uso de agua dulce para el aseo personal y con la peligrosidad innata que es navegar sumergido a gran profundidad, a bordo se vive un ambiente de camaradería sin igual, independientemente de que llevemos cinco días o dos meses navegando. Es lo que hace especial a este tipo de barcos. 30 Revista Española de Defensa Abril 2018


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