o p i n i ó n educar en valores constructivos EL acuerdo entre ACADE, la Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada, y el Ministerio de Defensa para promover una cultura de paz y la divulgación del trabajo de las Fuerzas Armadas en los colegios asociados, surge por el interés de transmitir valores constructivos y solidarios entre los estudiantes de sus centros. Valores que pueden ayudar a niños y jóvenes a construir una sociedad más responsable y respetuosa. Jesús Núñez Velázquez Presidente de ACADE Y por supuesto, para dar a conocer la ingente labor de mujeres y hombres que exponen su vida en el servicio a los demás. El convenio suscrito con Defensa el pasado 6 de febrero se materializa, precisamente, en el año en el que nuestra asociación celebra su 40 aniversario, una organización comprometida con una educación de calidad y la formación integral del alumno. Estos son, también, objetivos de nuestros centros privados en los que, entre todos los niveles educativos y formativos de enseñanzas regladas y no regladas, estudian más de un millón de alumnos. En España, la enseñanza privada se ha consolidado como la opción educativa de excelencia, con propuestas innovadoras que contribuyen a impulsar el progreso de la educación de nuestro país, cohesionando la formación de nuestros jóvenes con los desafíos de los nuevos entornos y necesidades sociales. Y esto es posible gracias a la mayor autonomía que tienen los centros privados para promover y desarrollar proyectos educativos e iniciativas que aportan un valor añadido a sus estudiantes. Día tras día, las sociedades deben afrontar fenómenos hasta ahora desconocidos, u otros que viniendo de antiguo están adquiriendo una dimensión cada vez mayor, y que modifican todos los órdenes de la vida: las relaciones sociales y familiares, nuestros hábitos de consumo, la manera de comunicarnos, e incluso el ejercicio del poder y los mecanismos políticos y de participación ciudadana. La omnipresencia de la tecnología en la vida diaria del ser humano es ya imparable. Y en este contexto disruptivo tampoco debemos obviar el salto cualitativo que en los últimos años están adquiriendo procesos como el terrorismo transnacional o los integrismos religiosos, y las dramáticas consecuencias de las inmigraciones masivas, las crisis humanitarias y los desastres naturales. En estas situaciones, en las que la ayuda humanitaria, la cohesión y el mantenimiento de la paz constituyen una necesidad vital urgente, es donde los profesionales de las Fuerzas Armadas despliegan toda su capacidad de trabajo, organización, entrega, voluntad y empatía. La formación que reciben estas mujeres y hombres constituye un activo muy rico para nuestros estudiantes. Valores como la responsabilidad, constancia, esfuerzo, respeto, el trabajo en equipo y compañerismo, el espíritu de sacrificio para alcanzar sus metas, el autoconocimiento, la perseverancia, solidaridad, la empatía forman parte intrínseca de este colectivo profesional que pueden transmitir en primera persona a nuestros estudiantes. Son valores que comparten nuestras escuelas, y que de un modo transversal tratan de fomentar en sus alumnos. La interiorización de estos valores permitirá que los niños y jóvenes de hoy puedan desarrollarse como ciudadanos responsables, construir una sociedad más justa y solidaria para su futuro y el futuro de las próximas generaciones, comprometerse con el respeto al medioambiente. Para ello, la educación es el elemento clave. Este acuerdo con las Fuerzas Armadas constituye una posibilidad extraordinaria para que estudiantes y profesores conozcan más de cerca el trabajo que desarrollan estas mujeres y hombres dentro y fuera de nuestras fronteras, y les acerque desde una nueva perspectiva a los desafíos que afrontamos en este contexto altamente globalizado. L Julio/Agosto 2018 Revista Española de Defensa 33
REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 352-
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