fuerzas armadas Los aviones de última generación F35A de los EEUU participarán en el próximo curso de vuelo, en junio profesionales y 42 aeronaves. Los aviones de combate han contado con el apoyo de otras aeronaves de alerta y control, guerra electrónica, reabastecimiento en vuelo, etcétera. Así, en este último curso han pasado por Albacete un Boeing E-3 Sentry de la flota de aviones AEW&C de la OTAN, un Falcon 20 español y un moderno aparato italiano CAEW Gulfstream G-550 transformado para ejercer este rol. Otro componente de todos los cursos de vuelo son los helicópteros, que simulan rescatar a las tripulaciones que previamente han sido «derribadas», lo que genera una acción CSAR (Combat Search and Rescue). Asimismo, en cada misión de vuelo participa una fuerza de cazas o bando «Red», que conforman algunos de los aviones participantes reforzados por aparatos del Ejército del Aire. A estos medios de vuelo «hostiles» se unen, para dar la mayor realidad y crear tensión a las tripulaciones, sistemas antiaéreos en tierra (tanto misiles como cañones) e incluso, en ocasiones, navíos de la Armada desde el mar Mediterráneo. Una de las claves del TLP es su continua adaptación. «Evoluciona continuamente gracias a la rotación del personal y a la actualización de la doctrina», señala el coronel Maldonado. Se incorporan las nuevas amenazas y las lecciones aprendidas obtenidas de ejercicios multinacionales, como los Flag (en Estados Unidos) o el Tiger Meet de la OTAN, así como de las operaciones reales en curso. «Según se producen nuevos avances en tecnología o se cambia la doctrina de empleo de los sistemas de armas, el programa se modifica para que las tripulaciones siempre se gradúen conociendo los últimos cambios», explica el actual responsable del TLP. Estos cambios se introducen a propuesta de los propios instructores, que siguen en contacto directo con las operaciones, puesto que son pilotos operativos y participan con sus países en los diferentes ejercicios de alto nivel. Igualmente, los instructores participan en la programación de dichos ejercicios, donde presentan a las naciones aliadas las novedades que se van incluyendo en de F-35A de la USAF durante parte del próximo curso de vuelo, que se celebrará el próximo mes de junio. En palabras de uno de los jefes anteriores del TLP, «solo si se conoce en profundidad se llega a percibir la gran suerte que tuvo España al acoger al TLP y también la gran suerte que el programa tiene de haber sido acogido por una nación como España». Además de su importancia estratégica, es una fuente de entrenamiento avanzado, no solo para el Ejercito del Aire, sino también para el de Tierra y la Armada. También tiene un impacto económico importante en Albacete. Uno de los F15E del Ala de Combate nº 48 de los EEUU pintado con una decoración especial que recuerda el 75º aniversario del desembarco de Normandía. Según un estudio de la Facultad de Económicas y Empresariales de la Universidad de Castilla La Mancha, la actividad generada supone anualmente la creación de 120 puestos de trabajo al año y la generación de rentas por un valor aproximado de seis millones de euros. «El TLP ya forma parte de la ciudad, al igual que el Ala 14 y la Maestranza Aérea —asegura el coronel Maldonado—. La población local se siente muy identificada con el programa y se han acostumbrado a las invasiones temporales de personas de todo el mundo». Texto y fotos: Julio Maíz los cursos del TLP, para que las integren en su planeamiento. En este sentido, el programa ha incorporado ya en 2018 los más modernos sistemas, como son los cazabombarderos de 5ª generación Lockheed Martin F-35 y los RPAS MQ-9 Reaper. Acerca de los popularmente llamados drones, el coronel Maldonado comenta que las primeras misiones requirieron «mucho esfuerzo y trabajo de coordinación de espacio aéreo, no solo con los controles militares, sino también con el control civil». En su opinión, ha servido para establecer procedimientos que, sin duda, facilitarán próximas participaciones de RPAS en los cursos TLP. «Los pilotos integran estas nuevas capacidades en el planeamiento, al igual que harán cuando dirijan operaciones reales». La otra clave de futuro del TLP es la integración de cazas de 5ª generación. «Hemos visto algunas de las capacidades que proporcionan y las grandes ventajas que supone contar con estos aviones en una formación aérea. Dado que será operado por buena parte de los participantes del TLP, hemos actualizado nuestro sílabo para adaptar las misiones al nuevo concepto de empleo de estos medios». Está prevista una primera participación Abril 2019 Revista Española de Defensa 39 Rubén Galindo
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