ENSEÑANZA, INSTRUCCIÓN, ADIESTRAMIENTO Y EVALUACIÓN 46 Educación física En la práctica ya tenemos unidades que implementan técnicas y herramientas para mejorar la preparación por medio de situaciones con estrés de combate. Así, tenemos el “sistema de duelo” (TECNOBIT), herramienta que ayuda al realismo de un enfrentamiento mediante el empleo del armamento de dotación como el fusil HK y unos sensores que se montan sobre el combatiente y fusil. De esta forma, con empleo de munición de fogueo, se puede realizar un “impacto” sobre contrincante que quedaría registrado e inutilizaría el empleo de su propio sistema. Sistema de duelo El enfoque psicológico requiere de un complemento para beneficiar ese “miedo” producido por la posible percepción de dolor, la solución adoptada por algunos ejércitos es por medio de “paint bullet” que permite adiestrarse de manera más parecida a una situación de combate real. El enfrentarse a un enemigo (doble acción) que puede producirnos dolor si erramos en nuestras acciones (con Paint bullet), se aproxima bastante al combate y beneficia a esa preparación psicológica. Durante el entrenamiento de paint bullets se puede enseñar también a no caer hasta que no han sido alcanzados por un número concreto de disparos, aspecto más realista (pocas bajas se producen con el primer impacto) y que normalmente no se puede simular con nuestros sistemas de duelo. La clave del éxito está en la combinación de ambos sistemas, el oficial TECNOBIT y el comercial basado en paint bullet que aumentan ese efecto psicológico buscado. También se podría reforzar ese propósito con la conocida importancia del “ruido” durante los combates. Nos referimos a las teorías del “Pam frente el doin” que de forma general adelantan que siempre sale vencedor el contrincante que genera más ruido. Aunque es reducirlo a una visión simple, pero se podría decir que las ballestas se vieron condenados con el empleo de los primeros y rudimentarios mosquetes. Incluso, más recientemente, durante la campaña de Irak del ejército norteamericano, cuando se emplearon cañones de 120 mm ningún combate duró más de un par de minutos, a diferencia de los inicios de la campaña, cuando llegaron los marines y no tenían carros, los combates llegaron a tener 14 horas de duración. El efecto visual también nos condiciona enormemente, algo tan sencillo como la sangre puede llegar a bloquearnos al inicio del combate. Un cuerpo almacena unos 5 litros de sangre y puedes derramar un 30 por ciento, sobre 1 litro y medio, sin perder el sistema hidráulico. El charco es grande, hay que verlo aunque sea simulado para hacerse una idea de que se puede seguir combatiendo a pesar de estar acompañados por un gran charco, el combate no es agradable, pero nos preparamos para ello.
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