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INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS. LECCIONES APRENDIDAS a la distribución y orientación de los medios disponibles, que tendía a favorecer las necesidades del nivel operacional dejando un tanto descubiertas las del táctico. Se produjeron situaciones como la vivida, por ejemplo, en el objetivo PEACH -en un momento dado, acción central del Esfuerzo Principal del CFLCC, y de cuyo éxito dependía el desarrollo ulterior de la ofensiva-cuando el jefe de la TF 3-69 solicitó un sobrevuelo sobre el objetivo PEACH que le fue denegado. En otros casos, el problema fue de índole técnica, y estuvo relacionado con las limitaciones del ancho de banda disponible para las unidades, y con otros problemas de comunicaciones. Para suplir estas limitaciones, las unidades recurrieron al empleo de medios acorazados en sus primeros escalones, y al uso de unidades de reconocimiento “clásico,” que demostraron ser tan necesarias hoy como siempre. El concepto para la operación, basado en el efecto cinético de la velocidad como sustitutivo de la masa, es otro de los factores que contribuyó a realzar el valor de los carros y los medios mecanizados en OIF. En palabras del teniente general McKiernan, “La rapidez es más letal que la lentitud; La rapidez es más concluyente.”26 En parte gracias a esa rapidez, los iraquíes no tenían nunca una visión actualizada de la situación, lo que resultó en desmoralización e incapacidad para organizar una defensa coherente, como se vio cuando elementos de la 3ª División sorprendieron a los de la División Medina por la retaguardia, desconocedores de que la segunda brigada norteamericana había penetrado al norte de su despliegue para caer desde el norte sobre cientos de vehículos acorazados iraquíes orientados hacia el sur, que fueron rápidamente destruidos. Logísticamente, la operación OIF expuso al material acorazado y mecanizado a un elevado tempo operacional,27 que resultó en un desgaste acelerado del equipo, no solo por la frecuencia de uso, sino también por la dureza de las condiciones en Irak. Los sistemas electrónicos y mecánicos estuvieron expuestos a la arena fina del desierto, al calor extremo, y a otras condiciones severas que no se encuentran habitualmente en los centros de adiestramiento nacionales. De la elevada demanda que supuso la operación para el material pesado, da cuenta un informe de 2005 de la Government Accountability Office, que calculó 75 de los que, al parecer, Siria había servido unas doscientas unidades a Irak en 2003. Mientras que algunas fuentes refieren que tres carros M1A1 podrían haber sido destruidos por este misil, otras deniegan esta información. La cuestión de la eficacia del blindaje del Abrams contra este tipo de arma debe dejarse, por lo tanto, en suspenso.23 El vehículo M2 Bradley, empleado en combinación con el carro de combate M1A2 Abrams, constituyó un adecuado complemento al mismo. Usualmente, el enemigo entraba en contacto haciendo fuego sobre los carros de combate, delatando con ello su posición, y creando con ello objetivos que batían los M2 con su cañón principal, especialmente apto para enemigo al descubierto o poco protegido, a menudo no más que grupos de infantes corriendo entre abrigos. 24 En ocasiones, el enemigo se acercaba demasiado a los carros, de modo que el limitado ángulo de depresión les dejaba fuera del campo de tiro. Debían entonces ser cubiertos por el fuego de los IFV.25 Valoración muy diferente merecieron los anticuados vehículos M-113 y AAV-7, cuyo blindaje y prestaciones demostraron estar muy por debajo de los de los vehículos más modernos, como se demostró durante los intensos combates de la “batalla de los puentes” que libró la TF Tarawa en An Nasiriya los días 23 de marzo al dos de abril. Iraqi Freedom no dejó para la posteridad maniobras de amplio alcance del tipo de las vividas durante la Segunda Guerra Mundial o, incluso, en la Primera Guerra del Golfo, en las que participaron grandes unidades acorazadas y mecanizadas, y que produjeron grandes enfrentamientos de unidades. En su lugar, las acciones decisivas fueron ejecutadas por unidades de entidad Grupo Táctico o Brigada, operando de una forma descentralizada, y enfrentándose frecuentemente a combates de encuentro asociados al dominio de terreno clave. Las unidades raramente operaron con su estructura orgánica. Los agrupamientos tácticos, temporales y flexibles, fueron la norma durante la ofensiva. Éstos, dotados de gran potencia de combate y contando con un gran apoyo de fuegos, llevaban a cabo acciones muy rápidas, flexibles, y con una gran autonomía de la unidad superior que, en muchos casos, se limitaba a ser poco más que un observador de la acción. La falta de inteligencia a nivel táctico fue una constante durante la operación. En ocasiones, esta falta obedeció 23 Anthony H. Cordesman, The Lessons of the Iraq War: Main Report. Eleventh Working Draft: July 21, 2003, (Washington, D.C.: Center for Strategic and International Studies, 2003), 258. 24 Gordon IV y Pirnie, 87. 25 Íbid., 87. 26 Frontline. Interview with lieutenant general David D. McKiernan. PBS, https://www.pbs.org/wgbh/pages/frontline/shows/invasion/interviews/mckiernan. html (accedido el 28 de diciembre de 2018). 27 Por ejemplo, si un M1A2 recorre unas 800 millas en un año normal, en Irak cubrió unas 5000 millas por año. Lo mismo puede decirse de los M2 y M3 “Bradley.” Lawrence J. Korb, Loren B. Thompson, y Caroline P. Wadhams. Army Equipment After Iraq. Lexington Institute. Center for American Progress, (April 2006), 4.


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