internacional Una exigencia POR EL BIEN DE TODOS La Cumbre Acción Climática de la ONU consigue que casi 70 países, entre ellos España, se comprometan a recortar emisiones y presenten planes concretos de actuación LA crisis climática es imparable, crece a un ritmo vertiginoso y sus efectos son a menudo devastadores. Ya no hay tiempo para detenerla, pero sí, al menos, de ralentizarla. Plenamente conscientes de ello, las Naciones Unidas organizaron una serie de reuniones los días 23 y 24 de septiembre cuyo nombre, Cumbre sobre Acción Climática, evidenciaba la desesperada llamada de atención a los mandatarios de todo el planeta. Se hizo coincidir con la inauguración anual de la Asamblea General para reunir así al mayor número posible de jefes de Estado y Gobierno y a los máximos responsables de las principales organizaciones internacionales. Pero, además, la Cumbre quiso ser no solo política, sino abordar el problema como lo que es: una crisis global que a todos afecta y de la que todos somos responsables. Participaron también los más destacados científicos en la materia —el La cantidad de hielo perdido en los polos —en la foto, deshielo en la Antártida— ha aumentado al menos seis veces entre 1979 y 2017. informe presentado por Grupo Intergubernamental de Expertos (IPPC), fruto de cinco años de trabajo, arrojó unos datos categóricos—, representantes del sector económico y empresarial y quienes ya son las principales víctimas, las nuevas generaciones, representadas en la activista sueca Greta Thunberg. Los resultados fueron, al menos, esperanzadores: casi 70 países se comprometieron a aumentar la ambición de sus planes de acción nacionales para 2020 a fín de cumplir los objetivos del Acuerdo de París y presentaron planes con medidas a corto, medio y largo plazo. Las contribuciones económicas al denominado Fondo Verde para el Clima —cuyo objetivo primordial es ayudar a los países en vías de desarrollo más afectados por el cambio climático— han alcanzado los 7.400 millones de dólares (España aportará 150 millones en los próximos cuatro años). Sin duda, queda mucho camino por recorrer —los tres principales contaminadores del planeta, China, EEUU e India no se sumaron al acuerdo— pero es innegable que son ya muchos los líderes políticos que han asumido su responsabilidad para con el planeta que todos habitamos. «Esta no es un reunión para venir a hablar; no se negocia con la naturaleza. Si no cambiamos urgentemente nuestra forma de vida, estaremos poniendo en peligro la vida misma», afirmó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en la sesión inaugural. El objetivo último de esta Cumbre era contribuir al cumplimiento del Acuerdo de París: el incremento de la temperatura de la Tierra ya es irreversible, pero debemos conseguir que se quede por debajo de los dos grados centígrados respecto a los niveles preindustriales y si es posible inferior a un grado y medio. Si no se actúa ya, el incremento a finales de siglo será de tres grados. El compromiso ahora alcanzado ya ha sido suscrito por un total de 68 países, entre ellos Alemania, Francia, Noruega y Finlandia, además de la Alianza Atlántica —la Unión Europea no ha podido hacerlo todavía porque la Comisión está en un momento de interinidad, pero lo hará en cuanto Pepe Díaz tenga capacidad ejecutiva—, diez gobiernos regionales, 102 ciudades, 93 empresas y doce grupos inversores. Su objetivo último es aunar esfuerzos y llegar a una reducción de emisiones de gases de al menos un 45 por 100 para 2030 y conseguir a la neutralidad en 2050. Cuando se alcanzó el Acuerdo de París en 2015, todos los implicados eran conscientes de que serían necesarios 46 Revista Española de Defensa Octubre 2019
RED_365_
To see the actual publication please follow the link above