NACIONAL
La siguiente Laureada la ganó por su intervención
en Los Arcos (Navarra), el 3 de
diciembre de 1838. Todas las obtuvo tras
pasar el preceptivo juicio contradictorio.
Nuestro héroe había ingresado en el
Ejército español en 1827 con el empleo
de alférez en el 3er Regimiento
de Granaderos de la Guardia Real de
Infantería; en 1830 ascendió a capitán y
fue destinado al Regimiento de Gerona.
En 1833, una vez ascendido a segundo
comandante, se le concedió licencia para
viajar al extranjero. En 1834 fue agregado
a la Plana Mayor del Ejército del Norte
y asistió a las acciones de Olazagoitia y
Artaza (Navarra).
CARRERA MILITAR
En el mes de febrero de 1836 se enfrentó a
los carlistas en las líneas de San Sebastián,
Alza, Fuenterrabía (Guipúzcoa), y en otras
acciones, y al año siguiente fue puesto al
frente de la División Auxiliar Inglesa, con la
que combatió en Arteaga, alturas de San
Marcos y Venta de Oriamendi (Vizcaya),
ganando por esta última acción los ascensos
a primer comandante y a teniente
coronel. Posteriormente, participó en las
tomas de Hernani e Irún (Guipúzcoa) y en
1838 ganó el ascenso a coronel en la acción
de Los Arcos y Sesma (Navarra). Al
año siguiente tuvo una destacada actuación
en las acciones de Belascoáin, Ciriza,
Arróniz, Allo, Dicastillo (Navarra) y otras
muchas. Se halló en 1840 en los sitios
de Segura y Castellote (Teruel), Morella
(Castellón) y Berga (Barcelona), y al año
siguiente se le concedió el empleo de brigadier
por su intervención en los sucesos
del asalto al Palacio Real, siendo nombrado
comandante general de la provincia
de Segovia.
Tampoco se privó de ir a África y, en septiembre
de 1859, se le entregó el mando
de la Brigada de Vanguardia del Ejército
de Observación de la Costa de África, con
la que se embarcó en ese mismo mes hacia
Ceuta, tomando parte en noviembre
en la toma del Serrallo y en las acciones
siguientes, por las que fue recompensado
con el empleo de mariscal de campo.
Posteriormente, se le concedió el mando
de la 2ª División del 1er Cuerpo de
Ejército, con la cual combatió en Samsa
y Wad-Ras.
Falleció en uno de los viajes realizados
a París, el 27 de octubre de 1872, y
recibió sepultura en el Cementerio de
Montparnasse.
Posiblemente, con el mariscal del Ejército
español Ricardo Federico de La Saussaye
y Duffey se demuestra que no es lo importante
dónde uno nace o crece, sino
dónde muere y por qué arriesga su vida;
ya que lo que nos identifica en la vida
son todos aquellos motivos por los que
somos capaces de arriesgarla; que es lo
que sumará cuando nos hayamos ido,
porque somos lo que damos sin tiempo.
De su biografía no se conoce mucho, salvo
que vino a España a combatir, y ¡vaya
si combatió!
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