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REVISTA DE HISTORIA MILITAR EXTRA I 2015

134 JUAN MARÍA SILVELA MILÁNS DEL BOSCH declararía desierto el concurso. Ninguno de los cuatro compositores quiso pasar a la historia por ser los protagonistas de la supresión de un himno tan arraigado ya en la conciencia popular. No insistieron mucho en su calidad artística, pues entre las composiciones presentadas habría seguramente algu-nas extraordinarias, aunque afirmaban de nuestra antigua Marcha Real que era artísticamente de lo mejor y de lo más apropiado que puede inventarse. Justificaron su decisión, en consecuencia, con el siguiente argumento: en los cantos nacionales, a pesar de su mayor o menor bondad artística, entra por mucho la significación que les presta la costumbre o el capricho de los pueblos. En escrito del 9 de diciembre, recibido la noche del 12, el Ministerio de la Guerra insistía y pedía al jurado que seleccionase 4 o 6 marchas para su ejecución por las bandas de música de los cuerpos del Ejército que exis-ten en esta Corte y luego de ser oídas se decida lo más conveniente, pero también se negaron a tal proposición en escrito realizado al día siguiente. La decisión que habían tomado era firme. Finalmente, Amadeo I de Saboya decidió declarar a la Marcha Real como Marcha Nacional Española (R. O. del 8 de enero de 1871), título que mejor concuerda, por todos los concep-tos, con su historia. Se concedió número a 447, aunque parecer ser que se presentaron varias más. Los lemas que figuran en el sobre cerrado y lacrado que debía contener la firma y residencia del autor y que también debían en-cabezar o escribirse en la portada de las partituras, hacen referencia con frecuencia a la revolución sep-tembrina y a la libertad, así como la patria y a la monarquía. Como es lógico, muchos recuerdan la ba-talla de Alcolea y numerosos están escritos en latín. Entre los autores se encuentran los mejores músicos de la época, como Tomás Bretón, Ruperto Chapí con cuatro marchas, Federico Chueca, Manuel Pene-lla… Ricardo Fernández de Latorre asegura que estuvieron selecciona-dos los lemas Iberia, Mis armas son las Armas y Mi descanso el pelear, pero desconozco de donde obtuvo tal información, pues del expedien- Francisco Asenjo Barbieri. HMME; página 268


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