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BOLETIN OBSERVACION TECNOLOGICA 43

tecnologías emergentes ambiente que lo rodea (vapores). La propagación de micro o nano partícu-las de explosivo detectables por los perros o por los equipos basados en espectrometría de movilidad de iones (IMS) es errática por lo que la pro-babilidad de muestrear una de ellas resulta aleatoria. Por el contrario la difusión de los vapores es homogé-nea y predecible a lo que se añade su capacidad para superar las barreras de sellado del envoltorio(s) que rodea el explosivo. La bajísima presión de vapor de los explosivos exige disponer de una sensibilidad extraordinaria para de-tectar sus vapores en la atmósfera que rodea un explosivo escondido. Los ensayos realizados por SEDET, figura 1, indican que la concentración real a detectar es varios órdenes de magnitud menor que la teórica de sa-turación. En la figura se representan también los rangos de sensibilidad alcanzado por algunos sistemas de detección de trazas (IMS) equivalente según estudios académicos a la sen-sibilidad canina. La empresa española SEDET ha de-sarrollado una tecnología propia con la suficiente sensibilidad y resolución para detectar estas bajas concen-traciones de vapores presentes en casos reales. La detección se realiza en dos etapas separadas: la de toma de muestras y la de análisis de las muestras recogidas. Ver esquema en la figura 2. En la etapa de toma de muestras se filtra una determinada cantidad de aire para retener los vapores presentes en el mismo. Estos vapores pre-concen-trados serán posteriormente analiza-dos en la unidad de análisis. El corazón del sistema es el analiza-dor, un conjunto que integra tres po-tentes tecnologías: ionización secun daria por electrospray (SESI), análisis de movilidad diferencial (DMA) y es-pectrometría de masas de triple cua-drupolo (MS/MS). Con esta configura-ción se ha alcanzado una capacidad de detección de 30 femtogramos de explosivo por metro cúbico de aire, equivalente a una presión de vapor de <10-15 atm. En la figura 1 puede verse que dicha sensibilidad es necesaria para detectar vapores de explosivos plásticos. El desarrollo de esta tecnología, co-menzó con el Proyecto COINCIDEN-TE AROMA (2006-2008) del Ministerio de Defensa, continuado con proyec-tos DAT de la OTAN (2008-2009). Con posterioridad el programa CARGO, apoyado por los Ministerios de In-dustria, de Ciencia e Innovación y la Junta de Castilla y León permitió con-tinuar el perfeccionamiento de esta tecnología hasta obtener un equipo industrial llamado ACES (Air Cargo Explosives Screening), dedicado a aumentar la seguridad de la carga aé-rea. Las pruebas reales se llevaron a cabo en el ITM. Contaminación ambiental y del te-rreno Ya en 2009 durante el desarrollo del proyecto AROMA, los ensayos rea-lizados en el Laboratorio Químico Central de Armamentos (LQCA) de la entonces SDG TECEN de la DGAM, se presentaron dificultades asociadas a la contaminación ambiente que, en algunos casos, llegaba a superar la concentración de vapores absorbidos por la unidad de muestreo del interior de pallets con carga contaminada y cubiertos con una película plásti-ca. La contaminación del ambiente se podía medir incluso en condicio-nes meteorológicas adversas (lluvia y viento). La misma contaminación ambiental ha podido comprobarse posteriormente en otros lugares de ensayo en Francia y el Reino Unido. Estos hechos llevaron a pensar en la potencialidad del equipo para detec-tar no sólo vapores de explosivo en el interior de volúmenes cerrados sino en atmósfera abierta. Las evidencias obtenidas durante todas las fases de desarrollo arriba enunciadas sugerían una posibilidad real de que esta tecnología podría uti-lizarse en aplicaciones a la defensa. Para avanzar un paso más en busca de dicha evidencia se programaron unas pruebas preliminares que se aproximaran a la detección de IEDs. Pruebas en el Centro Internacional de Desminado (CID) del Ejército de Tierra En junio de 2013 se llevaron a cabo en el CID unos ensayos para explo-rar la posibilidad de detectar con el equipo ACES de SEDET los vapores emitidos por municiones enterradas (mina anticarro, obús 155, obús 105 y mortero 120, ver figura 3). Aunque dichas pruebas no pueden conside-rarse definitivas, los valores de se-ñal detectados superaron en varios órdenes de magnitud el umbral de detección del equipo. Las conclusio-nes de dichos ensayos preliminares fueron: Los vapores de explosivos emiti-dos por municiones enterradas son claramente detectables e identifi-cables, • para todas las muestras tomadas los resultados fueron repetitivos y positivos con probabilidad de de-FIG. 2. Arquitectura del equipo de detección de explosivos ACES. (Fuente: Sedet). tección del 100%, Boletín de Observación Tecnológica en Defensa n.º 43. Segundo trimestre 2014 11


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