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REVISTA HISTORIA MILITAR 116

262 JORGE LUIS LOUREIRO SOUTO ambos campos. El Guenaoui se presentó acompañado de 2.500 jinetes, 600 infantes y 2.000 soldados irregulares a pie y a caballo. Bedeau, por su parte, llevó consigo cuatro batallones y toda la caballería de que disponían los galos, mandada por de Lamoricière. Las tropas de ambos bandos se detuvie-ron a cierta distancia, los jefes avanzaron acompañados de sus intérpretes y comenzó la conferencia. Durante la reunión, los jinetes irregulares (po-siblemente instigados por agentes de Abdel Kader) rodearon a los confe-renciantes profiriendo gritos amenazadores. A pesar de los esfuerzos de El Guenaoui para dominar la situación, pronto comenzaron a disparar, hiriendo a un oficial y a dos soldados, por lo que la conferencia concluyó y las tro-pas francesas regresaron a su campamento seguidas por los marroquíes, que abrieron fuego contra su retaguardia. Cuando el mariscal Bugueaud supo lo que estaba ocurriendo, se diri-gió rápidamente al lugar al frente de cuatro batallones. Una vez reunidas sus fuerzas, los franceses cargaron contra los marroquíes. Bugueaud escalonó la infantería y la lanzó contra el flanco derecho alauita, cargando la caballería contra el izquierdo. Los oudaias y los bokharis, considerados invencibles en el Magreb, fueron completamente derrotados, dejando 300 muertos en el campo de batalla.36 El contingente reunido en Oujda por Abdel Kader se disolvió con la misma rapidez con la que se había formado, de forma que las fuerzas francesas marcharon sobre esta ciudad, ocupándola el 19 de junio sin encontrar resistencia, aunque regresarían a territorio argelino al cabo de unos días.37 Bugueaud previno a El Guenaoui de que no tenía intención de mantener la ciudad bajo su dominio, apoderarse de territorio marroquí o declarar abiertamente la guerra, sino que pretendía reducir a la obediencia a los rebeldes argelinos refugiados en Oujda y mostrar a los responsables del ataque las consecuencias de su proceder, advirtiéndole de que su país no estaba dispuesto a tolerar ninguna imposición por la fuerza.38 Por su parte, El Guenaoui intentó responsabilizar a los franceses de los anteriores enfrentamientos, acusándoles de violar su territorio.39 Sin em-bargo, antes de marchar sobre Oujda, Bugueaud le envió un ultimátum ad-virtiéndole que rechazaba de plano sus triquiñuelas diplomáticas. Si quería mantener la buena armonía, debería respetar los límites fronterizos esta-blecidos por el Imperio turco, dejar de apoyar a Abdel Kader, de permitir a 36  Pellissier de Reynaud, E.: op. cit., págs. 129 y 130. 37  Drummond-Hay, J. H.: op. cit., págs. 335 y 336. 38  Carta del mariscal Bugueaud a El Guenaoui, en Pellissier de Reynaud, E.: op. cit., págs. 130-132. 39  Carta de El Guenaoui, representante del emperador de Marruecos, al mariscal Bugueaud, 18 de junio de 1844, en Pellissier de Reynaud, E.: op. cit., págs. 132-134; El Católico, 16 de julio de 1844, págs. 129 y 130. Revista de Historia Militar, 116 (2014), pp. 243-282. ISSN: 0482-5748


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