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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 332

los acuerdos de Minsk y reforzando las capacidades de la Misión de Observación Especial de la OSCE para aumentar su operatividad. Asimismo, el informe señala la urgencia de reforzar la seguridad en los países europeos, sobre todo en aquellos cuya integridad territorial es discutida. La elaboración de un Tratado de Seguridad Europeo o el incremento de la cooperación militar podrían ser soluciones factibles a este reto. Es preciso conciliar el derecho legítimo de cada Estado a elegir las alianzas militares de las que quiere ser parte, con la necesidad de que las decisiones de seguridad tengan en cuenta las preocupaciones de las demás partes y no se hagan en detrimento de la seguridad común. El aumento de las medidas de fomento de la confianza y la seguridad, la actualización de los acuerdos existentes (Cielos abiertos, FACE y Documento de Viena), así como la adopción de medidas prácticas para normalizar las vidas de los habitantes de los territorios con conflictos, podrían ayudar a mejorar dicha seguridad. En segundo lugar, en el ámbito económico, se considera que el comercio y las inversiones en el área de la OSCE tienen efectos sumamente positivos. Una parte del deterioro de las relaciones en los últimos años se ha debido a desacuerdos en materia comercial, por lo que el establecimiento de un grupo de expertos para trabajar sobre estas cuestiones aprovechando el foro privilegiado de la OSCE, resulta de gran interés. Por último, el informe recomienda una mejora de la cooperación externa. La OSCE no es una organización aislada. Se ve afectada por los sucesos que se producen fuera de su ámbito de actuación. Por ello, el informe propone mejorar los contactos con los Socios de Cooperación mediterráneos y asiáticos y trabajar con otras organizaciones regionales, considerando a la OSCE como plataforma excelente para el diálogo entre todas las organizaciones con intereses en la seguridad de su espacio de influencia. Relanzar el diálogo político-militar sobre el fomento de la confianza y la seguridad, la reducción de riesgos y el control de armamentos, es crítico y primordial en el actual entorno de seguridad de Europa. La OSCE, como plataforma de diálogo estratégico con visión de futuro, se ha puesto manos a la obra para acometer esta tarea. El nuevo marco del control de armamentos en Europa debe valorar la considerable evolución de las fuerzas armadas en el área OSCE: su tamaño se ha reducido y, consecuentemente, sus estructuras han cambiado; sin embargo, la tecnología ha modernizado los equipos y sistemas de armas; los procedimientos operacionales se han adaptado a diferentes formas de conflictos; etcétera. Por otro lado, el entorno de seguridad en Europa también ha evolucionado. El escenario actual se caracteriza por la incertidumbre, la desconfianza mutua y relaciones poco amistosas. El diálogo entre militares no es tan fluido, y los ejercicios militares se llevan a cabo cada vez con mayor frecuencia y muchas veces sin notificación previa (los llamados ejercicios snap). Y lo más preocupante: se producen un creciente número de incidentes militares, como las aproximaciones a muy corta distancia de unidades militares en la mar y en el espacio aéreo. En un entorno de este tipo, existe un riesgo real de error de cálculo que podría provocar una confrontación militar directa. Es necesaria una actuación decidida encaminada a reducir los riesgos motivados por las mencionadas circunstancias. En el panorama de seguridad europeo no se debería pensar en un escenario futuro sin un instrumento jurídicamente vinculante que ha sido la piedra angular sobre la que se ha apoyado la Octubre 2016 Revista Española de Defensa 53 Pepe Díaz


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