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REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 860

necesidad, en un futuro inmediato o a medio plazo, a partir de la evaluación o estimación de unos indicadores en el presente. Si se quiere tener a los mejores futuros pilotos, a los que se les va a “enseñar a volar”, dándoles la mejor formación posible y de quienes va a depender, desde el vuelo rutinario de cualquier estafeta militar, hasta la misión internacional más complicada y arriesgada, su propia vida y la de su pasaje y la máquina más sofisticada del momento, se querrá contar para su formación con aquellos que “a priori” posean las mejores aptitudes para ese desempeño, cuyo potencial apunte más directamente al objetivo final, aquellos con los que las probabilidades de errar sean menores. En definitiva, el objetivo ideal final no es únicamente tener una persona “apta”, sino intentar contar con “la más apta”. LA PSICOLOGÍA AERONÁUTICA EN LA SELECCIÓN DE TRIPULACIONES AÉREAS La Psicología Militar en el Ejército del Aire abarca diversos campos de actividad, tal y como recoge la IG-10-13, uno de los cuáles es la Psicología Aeronáutica y ésta a su vez cubre varios aspectos relevantes, la selección de tripulaciones aéreas es uno de ellos. La Psicología Aeronáutica, a través del estudio de los factores humanos implicados en el vuelo, ha dirigido parte de sus esfuerzos en elaborar instrumentos que contribuyan, en la selección de tripulaciones aéreas, a “predecir” un óptimo rendimiento posterior en vuelo, detectando a aquellos sujetos que no poseen las aptitudes cognitivo-motrices básicas y necesarias implicadas en el vuelo, minimizando así el número de posibles bajas y/o accidentes que posteriormente puedan producirse y contribuyendo así a potenciar la seguridad de vuelo. ¿Cuáles son esas aptitudes cognitivo-motrices básicas? Fruto de años de investigación, de aplicaciones individuales de pruebas psicotécnicas (tanto de lápiz y papel, como pruebas informatizadas) a pilotos militares y civiles, se han llegado a constatar las aptitudes fundamentales e imprescindibles que están implicadas en el vuelo: aptitudes espacial-mecánicas, aptitudes perceptivo-atencionales y aptitudes verbales educativas. Y, de entre todas ellas, y como consecuencia del apremio del tiempo y el costo de los procesos selectivos, en términos de eficacia, se han seleccionado aquellas que mayor peso tienen en la predicción de un óptimo desempeño del vuelo: la aptitud espacial/habilidad de navegación, el razonamiento inductivo y el tiempo de reacción/atención dividida (ver figuras 1 y 2). Asimismo, dentro de los factores de personalidad, destaca la “fuerza de excitación”. APTITUD ESPACIAL/HABILIDAD DE NAVEGACIÓN La aptitud espacial es fundamentalmente una medida de visualización, compuesta por un conjunto de capacidades que permiten, tanto generar, retener, recordar y transformar imágenes visuales de objetos, como representarse mentalmente el entorno e imaginarse rutas para desplazarse en él (Kyllonen y Glück, 2003). RAZONAMIENTO INDUCTIVO La aptitud de razonamiento inductivo requiere que los sujetos inspeccionen una clase de estímulos e infieran una característica común subyacente a los mismos. El razonamiento ha sido considerado como el elemento central de la inteligencia (Juan-Espinosa (1997) y se ha mostrado como un eficiente predictor del rendimiento académico en todos los niveles de aprendizaje, por lo que suelen ser incluidos en la totalidad de las baterías de selección de personal (Brody, 1992; Hunter y Hunter, 1984). TIEMPO DE REACCIÓN/ATENCIÓN DIVIDIDA El tiempo de reacción es el tiempo que media entre la estimulación de un órgano sensorial y el inicio de una respuesta. La medida del tiempo de reacción Figura 1. Ejemplos de ítems de aptitudes. Figura 2. Ejemplos de ítems de aptitudes. 76 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Enero-Febrero 2017 dossier


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