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CA). Parece oportuno señalar que los oficiales de la DECA deberían tener el título de observador y los suboficiales deberían proceder de Aviación. Esta organización fue modificada, por decreto del 4 de enero de 1938, con la creación del Cuerpo General de Aviación; los de Mecánicos, Radiotelegrafistas y Meteorólogos; Armeros; Ingenieros aeronáuticos, Especialistas en motores y aeronaves; Tropas y Servicios, Intendencia; Sanidad y Conductores automovilistas. La DECA volvía al seno del Ejército lo que denota que aún en guerra las rivalidades corporativas seguían presentes. Ni este, ni el decreto previo, consiguieron crear una escala única de Aviación en la zona republicana. Durante los años 1937 y 1938 la Aviación de los dos bandos siguió formando observadores si bien en un número muy inferior al de pilotos. El gobierno de Madrid convocó el primer curso de observadores en la zona gubernamental durante la Guerra Civil en la Gaceta núm. 247 de 3 de septiembre de 1936. A ese curso para la formación de observadores que se celebraría en Los Alcázares, podían presentarse ingenieros, arquitectos y licenciados en Ciencias. Si los aspirantes tenían esas titulaciones obtendrían el grado de teniente al finalizar el curso y los no titulados serían promovidos a brigada. El curso se realizó en el último trimestre del año 1936 y los que lo terminaron así como los que lo hicieron hasta el otoño de 1937 ingresaron en la Aviación gubernamental como observadores5. En el mes de agosto de 1937 llegó a la Escuela de Los Alcázares un nuevo contingente de alumnos que fueron nombrados observadores entre enero y marzo de 1938. Además de los observadores formados en Los Alcázares, el gobierno de Madrid mandó ciento nueve alumnos a estudiar a la URSS junto a la segunda Promoción de pilotos6. Las elevadas bajas entre los setenta observadores formados en España fueron cubiertas por los formados en la URSS. También es oportuno señalar que un número aproximado de 60 observadores soviéticos sirvieron al lado de la República. Los observadores formados tanto en Los Alcázares como en Málaga fueron destinados a diversas unidades de uno y otro bando y figuran en los estadillos y listas de esas unidades. Como ejemplo se puede citar la lista de los tripulantes del Grupo 24 con aviones Tupolev Ant-40, SB-2 “Katiuska” y de una de las escuadrillas del Grupo 30 con aviones Polikarpov R-Z “Natacha”. Estas unidades republicanas se entregaron el día 29 de marzo de 1939 en Barajas y en las listas mencionadas figuraban un total de 22 observadores. Entre los sublevados los observadores que no tenían el título de piloto eran pocos en 1936, pues los de los últimos cursos de la Escuela de Cuatro Vientos ha - bían regresado a sus unidades de procedencia. Algunos de estos observadores volvieron a Aviación7 aunque su número no fue suficiente para cubrir las necesidades de las unidades. La escasez se intentó paliar con pilotos que ocuparon puestos de observadores y con oficiales del Ejército que se ofrecieron para ocupar plazas en vuelo. La Escuela de Tripulantes se creó en Tablada (Sevilla) a finales de 1936 donde se realizaron tres cursos. Trasladada la Escuela a Agoncillo (Logroño) se convocaron los cursos 4º y 5º se convocaron en el BOE núm.187 de 25 de abril de 1937. Durante la guerra se formaron un respetable número de tripulantes que cubrieron las necesidades de este personal que desarrollaba algunas de las funciones tradicionalmente propias de los observadores. La Aviación nacional contó además con un número limitado de observadores procedentes de la Escuela de Cuatro Vientos y posteriormente de la de Málaga. Muchos de los aviadores que sirvieron como observadores durante la contienda en el bando nacional continuaron en el Ejército de Aire como profesionales después de 1939, la mayoría de ellos haciéndose pilotos. En la Legión Cóndor sirvieron en distintas etapas cerca de 160 observadores y un número indeterminado lo hizo en la Aviación Legionaria. Puede decirse que los observadores estuvieron presentes en muchas acciones aéreas importantes desarrolladas durante la Guerra Civil y tuvieron un papel activo y relevante en los dos bandos y en algunos casos heroicos. UNA NUEVA ESCUELA DE OBSERVADORES La necesidad de preparar tripulaciones para las operaciones en marcha y de personal técnico para mantenimiento de los aviones durante la Guerra Civil, motivó en el bando nacional la creación en Málaga de la Escuela Observadores y Tripulantes y de la Escuela de Especialistas. La Escuela de Observadores encontró en El Rompedizo un emplazamiento que disfrutaba y disfruta de excelentes condiciones meteorológicas y además estaba alejado de la zona de guerra. Sin embargo, en El Rompedizo no había un emplazamiento adecuado para la Escuela de Especialistas que tras una gestión del Ayuntamiento de Málaga encontró una localización en la ciudad malagueña. Francisco Iglesias Brage8 fue el primer jefe del campo y de las dos escuelas y dirigió la construcción de los edificios y otras instalaciones necesarias para ellas. Entre las construcciones ocupó un lugar preferente la torre de control del campo de aviación. En la festividad de la Virgen de Loreto el 10 de diciembre de 1937, se celebró el primer acto militar en el nuevo campo consistente en una misa de campaña y en la bendición de los primeros aviones, 40


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