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por lo que introdujo unas plantillas de dicha medida que le permitieron alcanzar la talla requerida13. Las pruebas selectivas eran muy exigentes, puesto que Acuña indica que de los 300 aspirantes que se presentaron en Tablada tan sólo 30 pudieron pasar a la Escuela Elemental14. En la primera semana de diciembre de 1938, los alumnos-pilotos se trasladaron a la Escuela Elemental de Badajoz donde Acuña empezó a tripular la Bücker 131 Jungmann bajo la supervisión del teniente Manuel Sánchez, con el que hizo 134 vuelos (17 horas y 49 minutos). Al darle la suelta, el alumno gallego mostró la mezcla de sentimientos de la emoción del primer vuelo en solitario y el lógico temor a cometer un error. Después pasó a aprender las maniobras de acrobacia a bordo de la Bücker Jungmeister en la que, en un total de 250 vuelos, acumuló en su historial otras 25 horas, totalizando 384 vuelos y 43 horas y 39 minutos de aprendizaje. Posteriormente, todos los miembros de su promoción pasaron a la Escuela de Transformación de El Copero dirigida por el comandante Gerardo Fernández Pérez, jefe que tenía fama acreditada de riguroso y estricto en la formación de sus pilotos. En la escuela sevillana, Acuña, encantado por la experiencia vivida con los aviones-escuela alemanes, se sorprendió al encontrarse con un conjunto de aparatos que calificó como de la Primera Guerra Mundial, acepción acertada para el De Havilland DH-9, pero no tanto para referirse a aviones como el pesado Breguet XIX, avión empleado por ambos bandos como paso previo en el aprendizaje de un avión de combate. En el veterano sexquiplano español, este alumno vivió un pequeño incidente en una toma de aterrizaje (rozó con la rueda de su Breguet un avión capotado de cuya presencia no se le había informado) que estuvo a punto de costarle su expulsión de no haber mediado la ponderada intervención del capitán Heraclio Gautier Larraínzar15, que habló en favor del aviador gallego ante el comandante Fernández Pérez para que le diera otra oportunidad. Es interesante destacar en la autobiografía de Acuña Lagos que encontramos una amplia referencia sobre la experiencia de vuelo vivida a bordo del avión polaco PWS-10, (citado como el PV)16. Este monoplano de ala alta era un proyecto aeronáutico de la etapa de entreguerras para destinarlo como interceptor, pero fracasó por completo. El gobierno de Burgos adquirió un lote y se le encargó a Ángel Salas Larrazábal que formara una unidad de combate, 96 Sevilla, 4 noviembre de 1937 (Acuña, primero por la derecha. Familia Acuña). Cabot, X; Acuña y X en Badajoz 6-1-38. Familia Cabot. IHCA).


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