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REVISTA DE SANIDAD FAS JUL SEP 2015

JM. García-Cubillana de la Cruz nosocomio se registraron 152 fallecimientos, todos varones, la ma-yoría militares, soldados y suboficiales de los regimientos de Texas y Nápoles, marinos y artilleros de los batallones de marina, además de operarios de la Carraca y población militar de San Carlos(48). Además, se rehabilitó como lazareto en Cádiz el hospital de la Segunda Aguada(49), no utilizándose el hospital de la Carraca para el tratamiento de los afectados por la epidemia. Por ello en el libro quinto de fallecidos del hospital se registra una impor-tante disminución de ingresos en el otoño de 1804 respecto a lo recogido en los tres primeros trimestres del año. En el mes de abril de 1805, existe un incremento importante de asientos, 42 registros, por causa no especificada, entre los que se contaban 4 «individuos traídos de leva», de ellos 3 con edades comprendidas entre los 13 y 15 años(50). En la ciudad de Cádiz, según estimaciones de Alfonso de María, de un padrón aproximado de 63.000 personas, fallecieron 3.200, lo que supone un porcentaje del 5,0%(51). Por el contrario, Adolfo de Castro y Rossi aporta las siguientes cifras: 9.553 afec-tados con 2.273 fallecidos, de los que 2.044 eran varones, 201 mujeres y 28 párvulos(52). Epidemia de 1810 En el comienzo del verano llegan rumores alarmantes de la aparición de la enfermedad en Cádiz. La Isla de León se encon-traba en un estado de intensa actividad. El Consejo de Regencia, constituido por Real Decreto de 29 enero de ese año, y la Jun-ta Suprema Gubernativa de España y las Indias, «Las Cortes», reunidos en Cádiz, ante la amenaza epidémica, consideraban trasladarse a La Isla, más segura sanitariamente, hecho que se consumó en el mes de septiembre. La epidemia no afectó al arsenal de la Carraca, ya que a fina-les de agosto, el hospital y el presidio de Cuatro Torres, tuvieron que ser evacuados ante el riesgo de bombardeo de las baterías francesas apostadas en Puerto Real. Los enfermos, heridos y presidiarios «con cadenas y grilletes», fueron trasladados al hos-pital de caridad de San José, que sufrió un enorme destrozo en mobiliario y enseres. Posteriormente, gran parte de los militares fueron derivados al hospital militar de San Carlos. A partir de ese momento, el hospital de la Carraca quedó transformado en «hospital de sangre»(53). (48)  AMNM, libro de defunciones del «Real Hospital del Puente Suazo» (1804-1805). (49)  El hospital de la Segunda Aguada fue rehabilitado como lazareto de convalecientes entre el 13 de octubre y 3 de noviembre. Posteriormente, hasta el 20 de enero de 1805, fue utilizado como «hospital provisional de los marineros de los buques mercantes de la Bahía, de los vecinos de los extramuros y enfermos que se remitan del Real Arsenal de la Carraca». Ramírez Muñoz FJ, 2013, p. 121-123. (50)  AMNM, libro quinto de defunciones, hospital del arsenal de la Carraca (1802-1819), p. 39-45. (51)  Pérez Pérez A, Márquez Espinós C, 2014, p. 393. De María A, 1820, p. 123. (52)  De Castro y Rossi A, 1858, p. 551. (53)  Escrito de contestación, de fecha 22 de septiembre de 1810, al acta de la Junta de Marina del departamento de Cádiz de fecha 13 de septiembre de 1810. Galán Ahumada D, 1988, p. 435-439. 168  Sanid. mil. 2015; 71 (3) En la ciudad de Cádiz, según Alfonso de María, fallecieron 2.239 personas -entre ellos el mariscal de campo Gerónimo Pey-nado-, de un padrón estimado de 90.000, lo que supone un por-centaje del 2,5%(54). En el hospital de San José de La Isla ingresaron entre los meses de septiembre y diciembre, ambos inclusive, un total 372 pacientes, de ellos 90 «de cirugía» y el resto con «calenturas». En total fallecieron 94 enfermos (el 25,2%)(55). En el hospital militar de San Carlos se contabilizaron, entre los meses de septiembre y diciembre ambos inclusive, 147 fallecidos(56). Epidemia de 1819 En el verano de 1819, un estío de fuertes calores y continuo viento de levante, en las poblaciones de Cádiz y la Isla de León, ya ciudad de San Fernando, se asistía a una concentración de fuerzas de Ejército, unos 20.000 hombres, destinadas a ser pa-saportadas por mar con el fin de apaciguar la sublevación de las colonias americanas. En los primeros días del mes de agos-to, ante la aparición de unos casos sospechosos en el barrio del Cristo de San Fernando, lugar de mayor concentración de solda-dos( 57), la «Junta Suprema de Sanidad» envió una comisión mé-dica que dictaminó que en los hospitales militar de San Carlos y civil de San José existían «varios enfermos atacados de tifus icteroides o sea fiebre amarilla» y ordenó la total incomunica-ción de la localidad. El aprovisionamiento de la ciudad fue retenido y quedaron paralizados unos 8.000 trabajadores, jornaleros, operarios del arsenal, salineros, pescadores, proveedores, arrieros y marchan-tes de ganado. La vida en la localidad durante los primeros días del bloqueo fue angustiosa, permitiéndose el 26 de agosto el abastecimiento de carne a los hospitales y al mercado y que en los molinos de marea se hiciese la molienda de trigo para el con-sumo del «hospital militar». El 8 de octubre, la epidemia inició su descenso declarándose el fin del contagio el 3 de noviembre(58). A pesar del cordón sanitario, el contagio se propagó rápidamen-te a las poblaciones cercanas, contabilizándose en la ciudad de Cádiz, según Alfonso de María, 4.537 fallecidos, 2.509 en la Isla de León y 690 en El Puerto de Santa María(59). La Armada, afectada de graves problemas financieros, tuvo que improvisar varios hospitales de convalecientes. En Cádiz, rehabilitó como lazareto el hospital de la Segunda Aguada para los enfermos de los buques y para aquellos tras-ladados desde el hospital de San Juan de Dios(60), y en San Fernando uno en el cuartel de San Carlos, próximo al colegio de guardiamarinas, y otro en el puente de Suazo, que se lla- (54)  Pérez Pérez A, Márquez Espinós C, 2014, p. 393. De Castro y Rossi A, 1862, p. 63. De María A, 1820, p. 123. (55)  AHSJ, libro duodécimo de filiaciones de enfermos (1806-1813), p. 167- 187. (56)  AMNM, primer libro de difuntos del hospital militar de San Carlos (1810-1811). (57)  De María A, 1820, p. 133. (58)  Clavijo y Clavijo S, 1961, vol. 1, p. 547-558. Archivo Histórico Municipal de San Fernando (AHMSF), actas capitulares (1819). (59)  De María A, 1820, p. 123-124. (60)  Ramírez Aguada FJ, 2013, p. 208-217, 233.


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