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REVISTA DE SANIDAD FAS JUL SEP 2015

Los Suboficiales del Cuerpo Auxiliar de Practicantes de Farmacia Militar (1945-1989) Sanid. mil. 2015; 71 (3)  211 suboficial era un empleo, no una categoría, que pertenecían a la segunda clase de tropa- y los de segunda y primera se les asimiló a oficiales, por lo que serían saludados por sus inferiores milita-res y saludarían a sus superiores. Aquellas asimilaciones traían consigo los mismos benefi-cios que a los militares en lo relativo a viajes, hospitalizaciones, dietas, alojamientos etc. pero no necesitaban autorización para contraer matrimonio, como era el caso del personal militar. Los ascensos no traían consigo cambio de destino, pudiendo conti-nuar en ellos toda su carrera si así lo deseaban. El retiro forzoso era a los 60 años de edad, pero se podía prorrogar si las necesi-dades así lo marcaban. La uniformidad se estandarizó e igualó con la de los oficiales de Sanidad Militar, pero con sus símbolos correspondientes: la copa con dos cordoncillos en oro, unidos en un ángulo de 70º para los de tercera categoría, cuatro cordoncillos en igual dis-posición, para los de segunda y seis para los de primera. En el rombo del cuello, portaban la copa de Farmacia Militar ya des-crita. Estaban sujetos a las sanciones marcadas en el reglamen-to. Y se crearon nuevos escalafones atendiendo a las diferentes categorías. Con la llegada de la Segunda República, y dentro de la pro-funda reorganización del Ejército llevada a cabo por Azaña, se declararon a extinguir los diversos cuerpos político-militares existentes, en uno de los cuales se encontraban precisamente los Practicantes de Farmacia Militar. Se creó un nuevo Cuerpo que los aglutinó, denominado Cuerpo Auxiliar de Subalternos del Ejército (CASE)10. De las cinco Secciones independientes con las que se creó el nuevo Cuerpo, los Practicantes de Farmacia Militar se integra-ron en la Segunda, denominada Subalternos Periciales, al igual que los Practicantes de Sanidad Militar. El ingreso en el nuevo Cuerpo era voluntario, quedando el resto a extinguir. Se les com-putó, a efectos de sueldo, el tiempo de servicio. En estos momentos, tampoco poseían asimilación militar, aunque si consideración de oficial o suboficial, dependiendo del sueldo. Tenían un uniforme común las tres primeras Secciones, pero sin las insignias análogas o similares que los oficiales, lle-vando las del CASE11. Durante la Guerra Civil, dada la escasez de este personal, fue necesario incorporarlos en ambos bandos, aunque fue el Nacio-nal el que lo legisló de manera más precisa12. Una vez finalizada la Guerra Civil, se comenzó el desmante-lamiento progresivo del CASE, y se crearon una serie de Cuer-pos de Suboficiales que lo sustituyeron en sus diferentes espe-cialidades. Fue así como se creó en 1945, el Cuerpo Auxiliar de Practicantes de Farmacia Militar13. Constitución y Pruebas de Acceso. El nuevo Cuerpo se constituyó con los Practicantes de Far-macia Militar pertenecientes al CASE que así lo solicitaron y con los componentes del extinto Cuerpo político-militar de Practi-cantes de Farmacia Militar, que en el momento de su desapa-rición no quisieron integrarse en aquél cuando se creó en 1932. A partir de entonces sería por acceso directo con oposición, pero dando preferencia a los sargentos y tropa que demostraran más de un año de prácticas en Farmacias Militares. El personal CASE, que en el momento de la integración tuviera la conside-ración de oficial, la conservaría aunque no le correspondiera en el nuevo escalafón, hasta alcanzarla con el tiempo. La primera oposición se convocó el año 1946 con las siguien-tes condiciones14: – Militares, no tener cumplidos los cuarenta años de edad. – Civiles, treinta y un años de edad, además de certificar las prácticas en farmacias o aprobados tres años de ba-chillerato. – Las condiciones físicas adecuadas para el desarrollo de su función. Los exámenes consistían en cinco pruebas: – Reconocimiento médico: era calificado con “apto” o “no apto”. – Reconocimiento de medicamentos, material y productos químicos-farmacológicos, elaboración de fórmulas magis-trales etc. – Desarrollo oral de uno de los temas de física, química, his-toria natural y farmacia práctica de los que figuraban en el programa. – Resolución de dos temas de aritmética y dos de geometría. – Desarrollo por escrito de un tema de geografía y otro de historia, para acreditar suficiencia en la redacción. Menos la primera, las pruebas debían ser aprobadas al me-nos con un cinco y eran eliminatorias estableciéndose la ponde-ración correspondiente. Una vez finalizadas las pruebas se publi-caban las actas y se escalafonaban de acuerdo con la puntuación obtenida. Nuevas instrucciones para las oposiciones se publicaron diez años después15. En realidad, se trataba de las primeras ya que las anteriores se basaban en las publicadas en cada convocatoria. En ellas se establecieron las siguientes condiciones para el ingreso: – Civiles y militares con edades no superiores a los 39 años de edad (30 para los primeros). – Poseer aptitud psicofísica. – Llevar un año de Servicio Militar, y para los civiles tenerlo cumplido. – Para los civiles, haber realizado al menos un año de prácti-cas en farmacia, o tener tres años de bachillerato. – Derecho de examen (40 pesetas) de la que estarían exentos los militares. El resto de las condiciones y pruebas de acceso variaron poco. PERIODO DE FORMACIÓN Los que superaban la oposición, ingresaban en la Academia de Farmacia Militar para realizar un curso de cuatro meses, en régimen de internado, con las siguientes materias: – Organización militar y especialmente de Farmacia Militar


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