MISCELÁNEA EVOLUCIÓN DE LA DEVOCIÓN A LA INMACULADA CAPITÁN DE INFANTERÍA D. FERNANDO MANRIQUE MONTOJO en España, si bien podemos intuir que fue en nuestra patria donde por primera vez se la dio culto público. Todo ello debido a lo sucedido un 2 de enero del año 40; cuando la Virgen María vino en carne mortal a Zaragoza para sostener a un desanimado Santiago. Cuadro que representa la aparición de la Virgen del Pilar El escéptico sonreirá al leer estas notas, bien sabe él que no hay documentos reales que hablen del templo del Pilar antes del siglo IX; pero aunque no sean muy ortodoxos y ya que hablamos de memoria histórica, a un servidor le bastan las visiones de la Madre Sor María de Agreda, mística soriana del siglo XVII que recoge estos hechos en “Mística Ciudad de Dios”. (1) 93 Todo infante español conoce con más o menos profundidad el patronazgo de la Inmaculada Concepción sobre la gloriosa arma en que servimos. El relato del milagro de Empel se repite cada 8 de diciembre en todas aquellas ciudades donde aún se acantonan los descendientes de aquellos Tercios que modelaron Europa y este milagro es cada vez más conocido incluso por nuestros compatriotas civiles a quienes juramos defender. Españoles de a pie que gracias a las bondades de la tecnología, se hacen eco de las mejores arengas y discursos de estos días. Esto sin embargo, no impide que haya aún un gran desconocimiento acerca de la historia global de cómo llegó a ser nombrada no solo patrona de nuestra infantería; sino patrona de España y aún más: de las Españas. Esta es una Historia, con mayúscula, como corresponde a la ciencia que estudia el pasado de los pueblos para poder entender su presente. Historia cargada de objetividad pues en ella salen fechas importantes, personajes famosísimos y hechos fundamentales de nuestra historia global; que son en conjunto incuestionables. Pero es también una historia con minúscula, lo que se ha dado en llamar memoria histórica: una historia subjetiva en la que se plasma el sentimiento de cientos de miles de hombres que desafiaron a los teólogos fiados en la intuición del pueblo llano que sabe reconocer la verdad y la belleza aunque no entienda de teología. Es por tanto una historia apasionante, íntimamente ligada a la de nuestra patria pues en cada siglo y en cada región de nuestra geografía los españoles hemos rivalizado por ser los mejores servidores de Nuestra Señora, jurando incluso defenderla con la vida; y una historia que es digna de ser conocida también por aquellos que no sean creyentes, pues probablemente sea la tradición más antigua de nuestra patria. Vaya por delante que el autor no pretende faltar a la objetividad, pero no privará al que quiera leer estas letras de la información que dan las fuentes que hoy consideraríamos no confirmadas; tendrá que ser el lector quien saque sus conclusiones de esta bella historia. 40.- No hay constancia de que las primeras celebraciones de la festividad de la Inmaculada Concepción se celebraran 1 Sor María de Jesús de Agreda (1602-1665). Libro VII-Capítulo 17-Números 346-363 al apóstol Santiago
MEMORIAL DE INFANTERIA 76
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