Page 28

REVISTA SANIDAD FAS JUL SEP 2016

Propuesta de Tarjeta de primeros auxilios NBQ en incidentes químicos Sanid. mil. 2016; 72 (3)  195 do diferentes procedimientos para que no se pierda la información, desde escribir con un rotulador indeleble en la máscara el número y hora de administración de los autoinyectores, hasta desarrollar una tarjeta donde figura el nombre de la baja y la hora de aplicación de los mismos. Dicha tarjeta se coloca con una goma elástica en la mu-ñeca de la baja para así permitir al personal sanitario realizar una correcta evaluación de la situación clínica de la misma. Aunque en ocasiones podría suceder que esa única informa-ción (hora y número de autoinyectores aplicados) no fuera sufi-ciente para realizar una adecuada asistencia sanitaria. Motivo por el cual, se ha planteado la necesidad de modificar ese modelo de tarjeta confeccionada por la CIA NBQ-16 – BRILCAN XVI para incluir información relevante para el personal sanitario y así realizar una adecuada clasificación de las bajas. Tomando como modelo la tarjeta de primeros auxilios dise-ñada por el personal de la CIA NBQ-16, se ha modificado aña-diendo otros aspectos considerados relevantes para una mejor clasificación del afectado por parte del personal sanitario. En ejercicios realizados con personal sanitario civil se ha uti-lizado el siguiente modelo (Figura nº 1). Pero a la par que se de-mostraba su utilidad se destacaba que no se recogía información útil para el personal de las formaciones sanitarias situadas más a retaguardia dentro de la cadena asistencial, unido a la compli-cación práctica de cumplimentar la tarjeta en situación de estrés, con lo que se cumplimentaban los campos, pero la mayoría de las veces eran los datos allí contenidos resultaban ilegibles, per-diéndose entonces todos los posibles beneficios que la tarjeta de primeros auxilios NBQ podía generar, a la par que se alargaban los tiempos de atención a las bajas debido a la complicación de tener que escribir las acciones realizadas durante los primeros auxilios, redundando esto en un perjuicio para otros afectados en un incidente. NOMBRE NUM. DTG AGENTE PRIMEROS AUXILIOS APLICADOS Figura 1. Modelo de tarjeta de primeros auxilios aplicados. Un problema añadido, es donde colocar la tarjeta, ya que te-nemos que tener en cuenta que algunos agentes químicos provo-can un aumento en las secreciones, con lo que puede haber una sobreproducción de moco, lagrimas o saliva, a la vez que pueden provocar vómitos, con lo que si los afectados han podido adoptar el nivel FOXTROT de protección individual NBQ podría suceder que se aspirarán sus propias secreciones, complicándose el cuadro clínico, de ahí que las bajas deban ser introducidas en los sacos de evacuación de bajas contaminadas NBQ para evitar esta compli-cación. Ya que “Ante un incidente o ataque NBQ, es imprescindible establecer los protocolos de transporte de bajas contaminadas (en saco NBQ o con cualesquiera disponible). Se realizará el control de la contaminación y en función del tipo de contaminante, se pro-cederá a la descontaminación operativa previa a su traslado hacia la unidad sanitaria designada, en este caso la Estación Sanitaria de Descontaminación NBQ-ESDNBQ, al objeto de evitar la trans-ferencia de la contaminación al conjunto de la cadena de rescate”5. Con lo que la tarjeta debiera colocarse no en la baja, sino en el contenedor de documentación existente en el saco de evacua-ción de bajas contaminadas NBQ, para que así pueda ser visto, incluso sin sacarlo de dicho receptáculo, por el personal sanita-rio, para que éste determine las acciones a realizar. Un aspecto relevante es que las tarjetas diseñadas y desarrolla-das para el ámbito civil no son de aplicación en ambiente militar, esto es debido fundamentalmente al escalonamiento sanitario, a los niveles de competencia del combatiente en primeros auxilios en relación a la posibilidad de aplicar autoinyectores de atropina y oxima, así como a disponer de descontaminación inmediata. Por otro lado, la tarjeta de evacuación OTAN, que está vi-gente en nuestras Fuerzas Armadas está diseñada para que sea cumplimentada por personal facultativo. De hecho ese es su nombre, ya que se utiliza para la evacuación de las bajas una vez clasificadas por parte del personal sanitario. De ahí que esta tarjeta sea utilizada a partir del Puesto de Socorro de Batallón/ Grupo o Unidad equivalente. Haciendo constar en la misma que se trata de una baja infectocontagiosa o contaminada. El problema es que en un incidente químico gran parte de la in-formación se “pierde” a lo largo del proceso de evacuación hasta el Puesto de Socorro, con lo que resulta fundamental conocer las “vi-cisitudes” por las que ha pasado la baja a lo largo de la evacuación. El modelo de tarjeta propuesto tiene la pretensión de servir de ayuda al personal facultativo para realizar una adecuada cla-sificación de las bajas al disponer de una fuente de información continuada en el tiempo. La única información médica que se ha incluido en la tarjeta es si se ha colocado o no torniquete a la baja. Obviándose otro tipo de información clínica para evitar complicar la asistencia inicial a la baja de combate por personal no capacitado. Esto es debido porque en el proceso de confección se ha consultado con Oficiales Médicos y Enfermeros que han considerado la necesi-dad de incluir esta información. Este modelo de tarjeta propuesto no puede considerarse labor única de los firmantes. De hecho han colaborado en la misma Oficiales Médicos y Enfermeros Especialistas en Defen-sa NBQ desde el punto de vista sanitario, así como Oficiales y Suboficiales Especialistas en Defensa NBQ. DESCRIPCIÓN La tarjeta de primeros auxilios NBQ propuesta está dividida en cuatro partes: –– Filiación y hora del incidente. –– Información generada por los sistemas detectores quí-micos disponibles, tanto individuales del material com-plementario del EPI NBQ como colectivos. También se incluye un apartado para que en el caso de no tratarse de un agente químico de guerra y se trate de un tóxico quí-mico industrial (TIC – Toxic Industrial Chemical) pueda escribirse el nombre, o número ONU. –– Síntomas que padece el afectado, desde síntomas diges-tivos, oculares, respiratorios o nerviosos, hasta síntomas dérmicos (en el caso de que pudiera tratarse de vesican-


REVISTA SANIDAD FAS JUL SEP 2016
To see the actual publication please follow the link above