a fabricar por lo menos cincuenta aviones de cada modelo en los siguientes dos años, pero, aunque no fuera alcanzado ese objetivo, debería satisfacer al alcanzarse ese plazo una gratificación de 25.000 DM por modelo –es decir, como si se hubieran construido los cincuenta–46. En ambos casos los contratos no entrarían en vigor hasta que no se notificara desde España mediante telegrama y carta certificada el ha-berse 100 tramitado un pedido del Estado, por tanto no existía obligación alguna de efectuar pagos mientras no estuvieran debidamente documentados por la Jefatura del Aire los co-rrespondientes contratos. Además, Ortiz-Echagüe aprovechó la visita para adquirir maquinarías modernas por un valor de 189.630 DM. Siempre con el apresuramiento impuesto desde la Jefatura del Aire como constante, CASA fue informada en el curso de una reunión celebrada en Burgos a finales de 1937 o princi-pios de 1938 de que, además de la intención de comprar un centenar de avionetas, estaban en marcha los expedientes de adquisición de sesenta He 111 y cuarenta Do 17. Se le pidió entonces que presupuestara esa operación y, partiendo de los datos recogidos en Alemania y la experiencia propia, CASA remitió la siguiente oferta: 60 aviones He 111 a un precio unitario de 900.000 pta. = 54.000.000 pta. 40 aviones Do 17 a un precio unitario de 765.000 pta. = 30.600.000 pta. Entretanto, Ortiz-Echagüe y Goizueta habían seleccionado y propuesto Vitoria como emplazamiento de la fábrica de-mandada por la Jefatura del Aire. Pero la opinión del general Kindelán había cambiado y, aludiendo razones estratégicas, había descartado también Bilbao. Ambos hubieron de volver a empezar y, examinaron otros emplazamientos entre los que se encontraban Zaragoza, Valladolid, Córdoba, Granada y Sevilla. Presentaron un informe al respecto en la Jefatura del Aire el 15 de febrero de 1938, con el ruego de una rápida respuesta, que llegó ocho días más tarde. Los emplazamien-tos aceptados eran los de Valladolid, Sevilla o Córdoba, de-jándose a elección de CASA la decisión final, que recayó en Sevilla. Partiendo de esas bases el Consejo de CASA estableció en febrero de 1938 un plan tentativo de actuaciones, con-sistente en ampliar la factoría de Cádiz para producir los Do 17; construir los He 111 en la nueva factoría de Sevilla, que tendría unos 20.000 m² de superficie cubierta, estableciendo en ella además una sección de hélices y avionetas; y recons-truir la factoría de Getafe con las ampliaciones previstas. No obstante, provisionalmente y en espera de los Do 17 –que nunca llegarían a contratarse–, la producción de hélices y de Estado de la construcción de la factoría de Sevilla en 1939 Cadena de producción de las Bü 131 en la factoría de Cádiz en 1940
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