Page 62

AEROPLANO 35

Sobre instrumentos de vuelo, transmisiones y otros seguí el mismo criterio, me fueron apareciendo diferentes nombres en cuya biografía señalan su descubrimiento y patente, como el laureado y recordado capitán Carlos Haya con su integral de vuelo y el calculador de aeroplano (ambos instrumentos pueden verse en el Museo de Aeronáutica y Astronáutica del EA-MAA), de la primera pide un certificado de adición en abril de 1936 (123609 de 1931, 128205 de 1932 y adicional 141991 de 1936). También está Virgilio Leret Ruiz, con su pa-tente 60 137729 de marzo de 1935 para «Un mototurbocompre-sor de reacción continua, como propulsor de aviones y, en general, de toda clase de vehículos» del que hay una réplica, regalada por su familia, expuesta en el MAA, del que hubiera sido el primer motor «a reacción» y se malogró por la guerra. En esta primera búsqueda, algunas patentes me sorpren-dieron gratamente, pues tengo que confesar que a Cucufate le tenía considerado en un segundo nivel, es cierto que murió en combate y obtuvo la medalla militar; también obtuvo tres records mundiales y realizó uno de los grandes vuelos de la aviación española en compañía de Haya, pero siempre le había visto como un buen militar que fundamentalmente salía en las fotos acompañando a Carlos Haya. En mi imaginación, debido a que probablemente fue lo primero que leí de él, le veía el día de nochebuena de 1931 volando sobre el desierto del Sahara en el Breguet XIX, solo el ruido del avión y el vien-to en la cara, haciendo el vuelo directo Sevilla-Bata (4 312 km sin ninguna ayuda a la navegación) y brindando con Haya a las doce de la noche con una copa de coñac, pero al encon-trar sus patentes me releí su biografía y Cucufate es mucho más que un buen navegante y piloto, era un gran ingeniero que fue destinado al Grupo de Experimentación para mejorar el material del servicio; concibe, diseña y realiza un lanza-bombas eléctrico que resultará muy superior a los sistemas en uso, y pasará a equipar a los aviones españoles. Casualmente, cuando escribía este artículo, coincidí en un acto con un pariente suyo y, además de destacar su gran in-teligencia, le dotó de cualidades humanas. Lo cierto es que Cipriano Rodríguez Díaz, Cucufate, tenía cuatro patentes: NÚMERO FECHA DENOMINACIÓN 122123 14/03/1931 Un procedimiento de transmisión eléctrica para lanzar bombas desde avión. 134824 21/06/1934 Sistema de lanzabombas eléctrico con supresión de todo retardo mecánico. 137617 19/03/1935 Procedimiento automático para el lanzamiento de objetos. 141559 09/03/1936 Sistema productor de corrientes instantáneas a intervalos regulares de tiempo, variables a voluntad. Como desagravio por mi desconocimiento, reproduzco una de sus patentes, la 122123, consistente en un sistema electro-mecánico para que el observador, desde su posición, apretando un simple botón pueda lanzar las bombas, de una en una o varias a la vez, anulando el retardo que hasta entonces se producía, con lo que se consigue mayor efectivi-dad y comodidad. También tiene registrada una marca que aparece en el Bo-letín Oficial de la Propiedad Industrial del 16 de junio de 1932 (n.º 88850) con las letras «C.R.», «Una marca para distinguir aparatos para lanzar bombas desde aviones». Después de esta breve referencia a militares que obtuvie-ron patentes de sus inventos (aunque luego aparecerá algu-na más) a medida que avanzaba en la validación de los datos extraídos del registro notaba que la información era excesiva para poder interpretarla, dando la suficiente importancia a los matices ¿Qué valor objetivo tenemos que dar a cada in-vento? ¿Qué importancia puede tener la unión para obtener una patente de empresas de países que fueron antagonistas Patente 122123/1931 de D. Cipriano Rodríguez Díaz para Un procedimiento de transmisión eléctrica para lanzar bombas desde avión (OEPM) Plano 1 de la patente 122123/1931 Un procedimiento de transmisión eléctrica para lanzar bombas desde avión (OEPM)


AEROPLANO 35
To see the actual publication please follow the link above