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Los obreros de la administración militar como enfermeros en los hospitales militares durante la guerra... Sanid. mil. 2019; 75(2)  119 de conflicto, los efectivos eran insuficientes y hubo que recurrir a medidas provisionales muy interesantes para el cuidado y la recuperación de los militares enfermos y heridos, como el uso de la tropa de remplazo con el “Reglamento provisional para la organización de una compañía de obreros de la administración militar” de 18592 o con la ayuda de religiosas a través del “Re-glamento para el servicio de las Hermanas de la Caridad como auxiliares de la administración militar en los hospitales militares de la isla de Cuba”3 de 1860. Las desavenencias que siempre habían existido entre España y Marruecos por las provincias españolas del norte de África, terminaron el 22 de octubre de 1859 con la declaración de guerra por parte de España, para cuya operación se organizó un ejérci-to expedicionario al mando del general D. Leopoldo O´Donnell, primer ministro del Gobierno4. El Gobierno español tuvo entonces que organizar la planti-lla del personal sanitario necesario, reclutando a los destinados en diferentes cuarteles generales, divisiones y brigadas. Consi-guieron que entrasen en campaña 123 jefes y oficiales para pres-tar asistencia sanitaria a más de 50.000 hombres, tanto en los campamentos como en combate5. Por otra parte, para cubrir la asistencia de los hospitales militares en ciudades como Ceuta, Málaga, Algeciras, Cádiz o San Roque, se echó mano de casi todo el personal útil que había en la península, aunque las Ca-pitanías Generales y otras unidades y centros militares que no habían ido a campaña se encontraban escasos de oficiales y jefes de sanidad. Incluso destinos especiales como fábricas, colegios, remontas, etc. quedaron cubiertos con personal provisional por-que el Cuerpo de Ejército en masa había marchado a la guerra y a los hospitales del litoral5,6. Por estos motivos, por Real Orden de 3 de octubre de 1859, se creó la Compañía de Obreros de la Administración Militar, con el fin de anexionarla al Cuerpo de ejército establecido en África para auxiliar en la ejecución de los servicios especiales en campaña y a las órdenes del Intendente Militar, jefe superior de dichos servicios2. Sus componentes eran miembros del ejér-cito, preferentemente voluntarios, que debían poseer alguno de los oficios adecuados a los servicios administrativos a los que la compañía estaba destinada. En concreto, se crearon 120 plazas para los servicios de provisiones y hospitales: • 8 sargentos para víveres, hospitales y contabilidad. • 24 cabos para víveres, hospitales y establecimiento de ser-vicios. • 2 cornetas ordenanzas. • 42 soldados para las labores de carpinteros, herreros, alba-ñiles, pastores y panaderos. • 44 soldados para hospitales, enfermeros y sirvientes y, en caso necesario, para ayudantes de conductores de trans-portes. La compañía estaba exenta de todo servicio militar, empleán-dose única y exclusivamente en las funciones para las que se les había destinado y a la custodia del cuartel, quedando sus obli-gaciones, deberes y ocupaciones recogidas en las instrucciones dispuestas al efecto2. Además, se exigía que los sargentos y cabos, “…además de los conocimientos que deben adquirir para el desempeño de sus funciones, así en el hospital como en cuanto pertenece al servicio de provisiones o víveres, deberán estar instruidos en las cuatro reglas generales de la aritmética y en la teoría de decimales y muy especialmente los cabos en las instrucciones del obrero, en el ejercicio de enfermero y en los detalles del servicio y contabilidad que pertenece a un celador de sala”. OBJETIVOS 1. Dar a conocer la labor realizada por los enfermeros de la compañía de obreros de la Administración Militar según la instrucción que regula este oficio. 2. Mostrar las categorías de enfermeros hospitalarios y de-limitar sus tareas administrativas y de cuidado a los en-fermos. MATERIAL Y MÉTODOS Estudio realizado a partir del análisis de la “Instrucción para los obreros de la administración militar como enfermeros en los hospitales militares”7, documento oficial que regulaba el trabajo de los distintos oficios que había en un hospital militar, centrándonos en las funciones del enfermero mayor, enfermeros sirviente y celador de sala, por ser los que realizaban unas tareas similares a las del actual enfermero militar. Se ha realizado la investigación siguiendo el método histórico crítico, que es la aplicación del método científico a los estudios históricos. Se trata de realizar una búsqueda de fuentes biblio-gráficas ordenada, coherente, de reflexión analítica y confronta-ción continua de los datos empíricos y el pensamiento abstracto, a fin de explicar los fenómenos de la naturaleza8. Este método se fundamenta en tres pilares: Heurística o localización y recopila-ción de las fuentes documentales y bibliográficas que son la base para realizar el trabajo histórico, Crítica de las fuentes utilizadas y Hermenéutica o análisis de los resultados. RESULTADOS Según el art. 2 del Reglamento Provisional para la organiza-ción de una compañía de obreros de la Administración Militar2, de las 120 plazas disponibles, se destinaban a los hospitales 4 sar-gentos, 12 cabos y 44 soldados. Para regular su labor, en la misma fecha que el Reglamento, el 28 de octubre de 1859, O’Donnell firmó también la “Instrucción para los obreros de Administra-ción Militar como enfermeros en los hospitales militares”. Este documento se dividía en quince capítulos, y en cada uno de ellos se fijaban las normas de actuación de los distintos trabajos que podían realizarse en el hospital, como el enfermero mayor local, celadores de sala, enfermeros sirvientes, barrendero, despensero, cocinero, guardarropa, etc., detalladas con tal precisión, que en muchos casos hasta estaba reglamentado el horario en el que realizar ciertas tareas.


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