Page 111

REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 854

durante la guerra. Además, se continuó recepcionando aviones importados de acuerdo con pedidos anteriores o fabricados en España, para dar fin a las series en proceso de producción. Para el mantenimiento de tan heterogéneo material se organizaron ocho Maestranzas Aéreas (antiguos Parques), una por cada Región o Zona Aérea, que se especializaron en determinados tipos de aviones. El general de brigada Juan Yagüe Blanco fue nombrado ministro del Aire, causando una profunda decepción entre los aviadores, que pensaban que el nombramiento recaería en el general Kindelán. Sin embargo, en un principio esto no significó un cambio de rumbo en la filosofía mantenida por Kindelán, en cuanto a la gestión que debería de ser aplicada al caso particular de la industria aeronáutica. Por decreto de 1 de septiembre de 1939, que organizaba el recién creado Ejército del Aire, se creaba una Dirección General de Material (más tarde Dirección General de Industria y Material), dependiente de la Subsecretaría del Aire, que controlaría todo lo relacionado con el material de vuelo, su desarrollo técnico, las industrias aeronáuticas y establecería las directrices para la orientación de la industria aeronáutica. En septiembre de 1939, Yagüe convocó a una reunión a los máximos dirigentes de las empresas aeronáuticas españolas, a fin de hacerlos partícipes de las líneas maestras que su departamento se proponía aplicar, resaltando que debería de llegarse, en el plazo más breve posible, a “una total autarquía en cuanto se refiere a la fabricación Gotha Go 145 fabricado por CASA, Getafe. y si es posible, también respecto a las materias primas”. La Dirección General de Material, desarrolló el Proyecto de Ley de Flota Aérea (20 de octubre de 1939), por el que se estimaba indispensable dotar al Ejército del Aire con una flota de 5.000 aviones, repartidos en 1.870 cazas, 470 aviones de ametrallamiento y reconocimiento estratégico, 1.590 bombarderos, 155 aviones de reconocimiento marítimo lejano y cercano, 280 aviones para servicios generales y escuela de transformación, y 345 aviones de escuela elemental, estimándose una inversión de 6.000 millones de pesetas en un periodo de 10 años, y siempre sobre la base de que la procedencia de los aviones debería de ser alemana e italiana, con la indispensable participación de las industrias españolas “diseñadas” en 1937. Este ambicioso, pero utópico, plan de potenciación de la aviación, y por ende de la industria aeronáutica nacional, se vio frustrada por la guerra que se desencadenó en Europa, creando unas insuperables dificultades económicas, financieras, científicas e industriales. Por añadidura, el 27 de junio de 1940 Yagüe fue cesado y relevado por el general Vigón. Poco antes, por decreto del 26 de abril de 1940, se reorganiza la industria aeronáutica, creándose tres grupos: AA) Fabricantes de motores, aviones o instalaciones especiales; AB) Industrias aeronáuticas accesorias, fabricantes de hélices, instrumentos, magnetos, bujías, etc.; AC) Industrias auxiliares, fabricantes de materias primas para aviación, telas, pinturas etc. En 1942, por Orden de 6 de abril, se califican a estas industrias para integrar los grupos establecidos anteriormente a 1940. Se incluirían en el grupo AA las siguientes empresas: AISA, constructora de aviones CASA, fábrica de aviones comprendiendo sus tres factorías de Getafe, Tablada y Cádiz; Elizalde SA, fábrica de motores para aviones con sus factorías de San Andrés y San Juan de Barcelona; y la Hispano Suiza S.H., secciones dedicadas a la fabricación de aviones, motores, armamento para los mismos, en Barcelona, Ripoll (Girona), Guadalajara y Sevilla. En abril de 1941, una ley enumeraba las disposiciones para configurar la llamada Industria de Construcciones de aviones de Bombardeo. Al mes siguiente, otra Ley hacía lo propio con la Industria Aeronáutica de Construcción de aviones de Combate. Ambas leyes eran calcadas en cuanto a las condiciones impuestas a las empresas aspirantes a convertirse en el futuro de la industria aeronáutica española. Serían compañías anónimas con capital estatal (un tercio del capital) y privado (dos tercios del capital y el 75% español). Montaje de las avionetas Bü cker en Cá diz. REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Junio 2016 557


REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 854
To see the actual publication please follow the link above