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REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 854

El investigador principal Shaun Quegan da detalles de BIOMASS. (Foto: ESA–M. Pedoussaut, 2013) rie ALOS (el primero voló en 2006), que también transportarían un radar, en este caso en banda L, así que sus reflectores de 5 metros para calibración pudieron ser utilizados para la campaña BioSAR. Los resultados se emplearían para definir mejor la misión definitiva, puesto que aportarían numerosa información sobre la mejor manera de cuantificar la biomasa forestal desde el espacio. NUEVA SELECCIÓN El 2 de marzo de 2009, la ESA anunció que, de los seis candidatos, tres pasarían a una nueva ronda de verificación: BIOMASS, CoReH2O y PREMIER. En ese momento, se preveía un lanzamiento para la que debía ser séptima misión Earth Explorer hacia el año 2016. Las tres propuestas entraron entonces en la fase previa más compleja, durante la cual se definirían con precisión sus conceptos y se determinarían las tecnologías necesarias y los costes implicados. Durante los siguientes tres años, sus equipos trabajaron duramente para redactar los mejores informes posibles, en base a los cuales se tomaría la decisión. Sólo uno de los candidatos sería aprobado para ser desarrollado para la citada oportunidad de vuelo. Los correspondientes informes fueron publicados y anunciados el 15 de junio de 2012. Todos contenían una larga exposición sobre sus méritos científicos y presentaban las actividades que se habían llevado a cabo para demostrarlos. Pero lo más importante sería la certificación sobre su viabilidad tanto técnica como económica. Todo este material, perteneciente a la Fase A, sería examinado por expertos, de manera que las correspondientes recomendaciones pudieran estar listas para el Consejo Ministerial de la ESA de noviembre de 2012, cuando se pediría a los países miembros la futura financiación para esta y otras misiones. Debido a diversas circunstancias, incluyendo el clima económico en Europa, la misión elegida ya no volaría hasta al menos 2020, pero la pérdida de su antecesora, la enorme Envisat, cuyo radar había hecho trabajos que estaban relacionados con los tres candidatos, aseguraría el futuro de uno de ellos, ya que los científicos no podían carecer de ese tipo de datos. Mientras tanto, a la espera del Consejo Ministerial, que aprobaría la misión pero no cuál de las propuestas debía ser seleccionada, las tres fueron sometidas a un nuevo escrutinio, esta vez por parte de la comunidad científica ajena al proyecto, cuya crítica ayudaría a eliminar cualquier área de riesgo en ellas. El Earth Science Advisory Committee revisó toda la documentación a principios de marzo de 2013, en Graz (Austria) y efectuó su recomendación sobre cuál consideraba que debía tener una mayor prioridad. La elección final, a partir de aquí, quedaría en manos del Earth Observation Programme Board, de la ESA. BIOMASS SALDRÁ PRIMERO El 7 de mayo de 2013, la ESA daba a conocer el veredicto final: el Earth Observation Programme Board recomendaba a la agencia el desarrollo de BIOMASS como séptima misión del programa Earth Explorer. El grupo de expertos revisó los tres candidatos y 540 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Junio 2016


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