BIBLIOGRAFÍA 111 entreguerras. Utiliza una completa bibliografía que incluye algunas obras modernas que han cambiado la visión de lo que sin duda constituyó la más espectacular de las accio-nes de guerra acorazada, la denominada «Blitzkrieg», y las erróneas, aunque lógicas, lecciones que extrajeron los Aliados tras la campaña de Francia en 1940, sostenidas buena parte del conflicto y que han arraigado en el ima-ginario colectivo incluso entre profesionales, dando pie a una concepción errónea y simplista de lo que deben ser las fuerzas acorazadas. En todo caso, nos acerca razones más profundas del éxito de estas fuerzas a través de nu-merosos detalles, como la batalla metódica de la doctrina francesa y su inherente necesidad de esperar al paraguas de la artillería —lo que inhabilitaba cualquier maniobra ambiciosa— o la bien seleccionada opinión del coronel de operaciones japonés en Okinawa (la mayor operación terrestre en el Pacífico): si no hubiesen dispersado los tanques, no se habría podido infligir el desgaste que supu-so una batalla metódica, sin maniobra, lenta. O aspectos como la interrelación de carro y doctrina (el excelente Sherman resultó inferior al Churchill para los estadouni-denses en el Pacífico, ya que no aprovechaban su agilidad y tampoco tenía un blindaje eficaz). Gundmundsson es un autor prolífico. La editorial Os-prey, en la que publicó sobre el ejército británico en la Gran Guerra, le define como «historiador especializado en la innovación táctica». Danés de nacimiento, emigró a Estados Unidos, se alistó en los marines, se retiró, y ha colaborado con su antiguo Cuerpo, como asesor del Gobierno norteamericano y para instituciones del ca-libre de Harvard. Escribió (junto a Frank G. Hoffman, el madrugador teórico de la guerra híbrida) sobre «El nuevo estilo de guerra americano». A efectos de esta reseña, su obra más significativa, además de On Artillery y On Infantry, trata sobre la innovación en el ejército alemán de la I GM (Stormtroop Tactics), uno de los pilares de lo que vendría después y que los de mi generación conocimos en el «Libro gordo de Petete» siendo aspi-rantes en la General, olvidándolo luego algunos en favor de «la vaca en el pasillo». No se le escapa la importancia de la idea del arte opera-cional en alemanes y soviéticos y su influencia sobre la organización de sus ejércitos. La evolución de las fuer-zas alemanas antes y durante la guerra está tratada con suficiente atención al detalle de la organización. Destaca el énfasis sobre las armas contracarro de todo tipo (in-dividuales, cañones de asalto, cañones C/C remolcados, autopropulsados, cazacarros, etc.), y nos regala una es-tadística que puede cambiar una de nuestras ideas favo-ritas sobre la guerra contracarro. La evolución a partir de la II GM es más esquemática, acorde con la importancia de los conflictos y la influen-cia acorazada en ellos. Pese a todo, son muy interesantes los párrafos dedicados a Corea, echándose de menos algo más de detalle en las guerras árabe-israelíes y, en mi opinión, en la de Vietnam. Finalmente, estudia de forma rápida los últimos conflic-tos y termina con algunas previsiones, algo dudosas, ba-sadas en la tesis general de que, tras la dispersión inicial, vino la posterior unificación de un solo tipo de carro en la II GM, para volver a una actual diversificación (que según afirma hace ineficaces a los carros pesados en favor de vehículos de combate de infantería y de re-conocimiento combinados con una superioridad de apoyos). Aunque esta sea la tentación del Cuerpo de Marines («una vez marine, marine siempre») y el Army se apresurase hace unos años a copiar la moda, ni mucho menos se ha consolidado esa tendencia cuyas razones fundamenta poco. En conjunto, un excelente volumen cuya lectura se reco-mienda sin reservas y para todos los empleos. El Regimiento de Infantería Acorazada «Alcázar de Toledo» n.º 61 Dacoba Cerviño, Francisco Javier Galland Books, España, 2012, 64 págs. Es posible que cuando vea la luz este Memorial el RIAC 61 haya mutado ya a unidad interarmas, como los que forman parte de las Brigadas X y XI. En el conjunto del Ejército debe ser así, para ir completando el cuadro de ocho brigadas que permiten atender el ciclo de dispo-nibilidad a dos años y confieran polivalencia a cada una de ellas. Pero desde el punto de vista de las pequeñas unidades de infantería, constituye un hito extraordina-riamente importante. El RIAC no es una simple suma de dos unidades de ca-rros. Sin desmerecer a los BICC de las antiguas BRIMZ, ni olvidar el hecho de que las unidades las conforman en cada momento sus componentes y no la historia ni las tradiciones, el Alcázar ha conferido carácter a la Bri-gada Guadarrama. El desequilibrio que ha supuesto dis-poner de dos batallones de carros por uno mecanizado le obligaba a actuar como unidad acorazada. Quien haya tenido la suerte de explicar la organización de nuestras unidades a un auditorio carrista multinacional habrá dis-frutado observando la sana envidia que suscitan sus 88 tanques, cuyas correspondientes tripulaciones pueden intercambiar procedimientos, probar, hacer estudios, comparar, discutir, aprender, mejorar. El autor, hoy jefe de la Brigada Extremadura, recorre nuestra historia acorazada en solo 64 páginas magnífi-camente ilustradas, comenzando por el primer antece-
MEMORIAL DE INFANTERIA 74
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