Editorial - La Sanidad Militar como herramienta de la Diplomacia Médica

REVISTA DE SANIDAD FAS OCT DIC 2016

Sanid. mil. 2016; 72 (4)  253 EDITORIAL La Sanidad Militar como herramienta de la Diplomacia Médica Sanidad mil. 2016; 72 (4): 253-254, ISSN: 1887-8571 Las Fuerzas Armadas (FAS) tienen como misión, entre las asignadas en la Ley Orgánica de Defensa Nacional 5/2005, ade-más de las recogidas en el artículo 8.1. de la Constitución, la de contribuir militarmente a la seguridad y defensa de España y de sus aliados, en el marco de las organizaciones internacionales de las que España forma parte, así como al mantenimiento de la paz, la estabilidad y la ayuda humanitaria. Uno de los aspectos más importantes de la contribución militar a la estabilidad y la ayuda humanitaria se centra en la Cooperación e Interacción Cí-vico- Militar, tanto con las autoridades locales donde despliegan los contingentes, como con la sociedad civil, esto es, con agencias y organizaciones no gubernamentales, así como con la propia población civil. Esta interacción con el entorno civil de las operaciones es fundamental para ganarse el apoyo de los actores presentes en un teatro de operaciones en beneficio propio, pero tiene un valor añadido cuando el apoyo redunda en el bienestar de la población que sufre las consecuencias de la crisis o el conflicto que exige la presencia de un contingente militar sobre el terreno. La Estrategia de Seguridad Nacional de 2013 señala que Es-paña debe tener la capacidad de participar en crisis o conflictos por su calidad de socio solidario de las organizaciones interna-cionales a las que pertenece, así como en operaciones de mante-nimiento de la paz, de protección de civiles u otras que afecten a nuestros valores compartidos. Por tanto, en esta Estrategia se confirma lo que ya la LO 5/2005 apuntaba con respecto a la pres-tación de apoyos a la población civil, en este caso, como uno de los ejes de la seguridad nacional, en el marco del ejercicio y defensa de unos determinados valores. Por otro lado, la Ley 2/2014, de la Acción y del Servicio Exte-rior del Estado señala en su artículo 15.1 que la actuación de las FAS en el ámbito internacional se enmarcará en el conjunto de la Acción Exterior del Estado. Por otro lado, en lo que respecta a normativa, debemos citar la Directiva de Defensa Nacional de 2012 que señala la necesidad de proyectar capacidad militar para defender nuestros intereses. La Sanidad Militar es uno de los componentes esenciales de esta capacidad militar que se debe proyectar para defender los intereses nacionales, en especial, y de manera fundamental, para proporcionar el apoyo sanitario adecuado a los militares españoles, hombres y mujeres, que despliegan tanto en territo-rio nacional como fuera de nuestras fronteras, actualmente en tres continentes, dos océanos y dos mares interior, tanto sobre el terreno, como en el mar o en el espacio aéreo. De hecho existen militares españoles en Cabo Verde, Mauritania, Senegal, Gabón, Malí, República Centroafricana, Somalia, Djibouti, Kuwait, Iraq, Afganistán, Líbano, Bosnia & Herzegovina e Italia, el At-lántico/ Mar Báltico, Mediterráneo e Índico, así como volando sobre estos dos últimos mares y parte del África Occidental y Oriental. Todos estos militares ejercen Diplomacia de Defensa, tanto en el ámbito de acuerdos bilaterales como en el desarrollo de operaciones militares en el marco de las organizaciones de seguridad y defensa a las que España pertenece, o de coaliciones multinacionales. La guerra, decía Clausewitz es la continuación de la política por otros medios. Nosotros podemos decir que las operaciones de mantenimiento de la paz o ayuda humanitaria son acciones de diplomacia de defensa complementarias de la diplomacia que ejerce el Estado en el ámbito de sus relaciones exteriores, de esa acción exterior del Estado que mencionábamos. Por tanto, el que la Sanidad Militar contribuya a que nuestros militares ejerzan sus cometidos en las mejores condiciones posibles facilita el ejer-cicio de la diplomacia de defensa. Pero no queremos limitar aquí, esa contribución, al mero mantenimiento de la capacidad física y mental de nuestros soldados, que es bien necesaria, sino a que la Sanidad Militar puede ser, al mismo tiempo, un capacitador que posibilita el obtener el apoyo del entorno civil en el que los soldados de España trabajan, al poder prestar acciones de diplo-macia médica de forma coordinada con las operaciones militares o en el marco de otro tipo de acuerdos en el ámbito de la acción exterior del Estado. Podemos entonces hablar de diplomacia en un sentido limi-tado refiriéndonos a la diplomacia médica. En este sentido te-nemos que recurrir a la tercera acepción del Diccionario de la Real Academia para saber de qué estamos hablando. Así, esta acepción determina que Diplomacia es el Servicio de los Estados en sus relaciones internacionales. Una de las actividades diplomáti-cas es la Defensa, ya hemos visto que así lo determina la Ley 2/2014, atribuyendo a las FAS el carácter de una herramienta de la acción exterior del Estado, y por ello es necesario señalar que la Diplo-macia de Defensa se define como el Conjunto de actividades inter-nacionales basadas principalmente en el diálogo y la cooperación que realiza el Ministerio de Defensa a nivel bilateral con nuestros aliados, socios y países amigos para impulsar el cumplimiento de los objetivos de la política de defensa en apoyo de la acción exterior del Estado, en el Plan de Diplomacia de Defensa de 2011. Por tanto, si la sanidad es un servicio al ciudadano, y el mili-tar no deja de ser un ciudadano, podemos señalar que la Sanidad Militar es, igualmente, un servicio que se presta, especialmente, al militar, pero también a cualquier ciudadano cuando es necesario, de modo particular cuando en una situación de crisis los servicios sani-tarios civiles están sobrepasados y son incapaces de cubrir todas las necesidades. Este escenario, que en territorio nacional puede produ-cirse con ocasión de grandes catástrofes naturales o causadas por el hombre, en escenarios de conflicto o post-conflicto es, lamentable-mente, un escenario común y frecuente. Por ello es en estos escena-rios donde la Sanidad Militar como servicio del Estado se presta en el marco de las relaciones internacionales, esto es de la diplomacia. Hablamos pues de diplomacia médica. ¿Cómo se materializa? Desde nuestro punto de vista, aunque en este número se aborde un caso especial como es el apoyo a Mau-ritania, podemos señalar que, desde hace años la Sanidad Militar ha venido ejerciendo esa actividad de diplomacia médica de la que hablamos. No nos vamos a remontar a los curanderos, sanitarios o


REVISTA DE SANIDAD FAS OCT DIC 2016
To see the actual publication please follow the link above