misiones internacionales María Dolores de Cospedal viajó a la capital somalí, Mogadiscio, para visitar a las tropas españolas integradas en la operación EUTM- Somalia. Revista Española de Defensa 15 día antes, el 23 de febrero, en el BAM Relámpago, también en Yibuti. Este buque, que el pasado 24 de octubre se incorporó a Atalanta con 86 personas a bordo, sería relevado el 24 de febrero por el Galicia. A su llegada al mismo, María Dolores de Cospedal fue recibida por el comandante, capitán de corbeta Francisco García Flores, tras lo cual se reunió con la dotación. «En nombre de todos los españoles y del Gobierno», Cospedal felicitó a los miembros de la tripulación por la misión que habían realizado como único medio naval a disposición de Atalanta, y por haber demostrado su «profesionalidad y eficiencia». Según expuso, «gracias a esta operación, la piratería está prácticamente controlada en el Cuerno de África». OTROS ENCUENTROS Posteriormente, la delegación española se desplazó hasta la capital de Yibuti, donde la ministra de Defensa mantuvo un encuentro de trabajo con su homólogo, Ali Hassan Bahdon. Acto seguido, se trasladó a la base aérea francesa Coronel Massart, sede del destacamento Orión del Ejército del Aire. Allí se reunió con el jefe del destacamento, teniente coronel Manuel Ángel Arozamena, y recorrió las instalaciones españolas. En su alocución, María Dolores de Cospedal afirmó que la «sacrificada » labor de los 55 componentes del destacamento «es fundamental para controlar el tráfico marítimo en una de las zonas más sensibles e inseguras del mundo». Subrayó la trascendencia de los valores militares en las operaciones en el exterior, como el trabajo en equipo, el espíritu expedicionario, el compañerismo, la solidaridad, la profesionalidad y la dignidad. España mantiene desde 2009 un destacamento aéreo —el único de Atalanta con carácter permanente— basado en Yibuti, con los cometidos de misiones de patrulla marítima, tareas de vigilancia e integración cívico-militar en la mar. Realizando un esfuerzo máximo de 100 horas de vuelo al mes, alcanzó las 9.000 horas el último 29 de enero, cuando el avión, un P-3 Orión del Ala 11 con sede en Morón, comple- El avión español de patrulla marítima ha superado las 9.000 horas de vuelo libertad de navegación de las comunidades mercante y pesquera —esta última especialmente sensible por los secuestros de los atuneros Playa de Bakio y Alakrana— en el Golfo de Adén y la cuenca de Somalia. Este entendimiento se ha materializado en una participación continua de medios aeronavales y de personal. En todos estos años hemos mantenido al menos un buque, que en ocasiones han sido dos, además de aviones de patrulla marítima, equipos médicos, aeronaves embarcadas… —¿Las tripulaciones de los mercantes y pesqueros españoles se sienten ahora más seguras? —Obviamente, hay una sensación intrínseca de seguridad en ambas comunidades porque hay unidades aeronavales en una zona tan remota del Índico. Sin embargo, el valor añadido del Galicia es que cuenta con medios aéreos embarcados —dos helicópteros tipo Sea King SH-3D y dos vehículos aéreos no tripulados (UAV) Scan Eagle—, que además de aumentar el radio de acción del barco podrían, en un momento determinado, realizar una operación de búsqueda y salvamento o una evacuación urgente a un hospital. Igualmente, me gustaría destacar el equipo médico tipo Role 2 del buque, que cuenta con especialistas en traumatología, odontología, cirugía, anestesia y cuidados intensivos, además de un moderno hospital embarcado que permitiría atender cualquier eventualidad y la capacidad de realizar telemedicina vía satélite con el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, en Madrid. —Es la cuarta participación del Galicia en Atalanta ¿hay muchos miembros de la dotación que repitan en la operación? —Conservamos poca dotación a bordo de los despliegues de 2010 y 2011, pero los que quedan recuerdan anécdotas de aquellos años, como la liberación de una ciudadana francesa que había sido secuestrada en una playa de Kenia. El tercer despliegue fue en 2015, cuando yo era comandante del Galicia. De esa estapa si quedan muchos. El 80 por 100 de la dotación actual es la misma que la de hace año y medio. La principal diferencia es que ahora, al ser buque de mando, la relación de la tripulación con el personal del Estado Mayor del Cuartel General de la Fuerza es mucho más directa. Se comparten experiencias y, cómo no, comprensión en el cansancio diario que provoca estar tantos meses fuera de casa. La fatiga de un día de mala mar es igual para los dos colectivos, por lo que existe complicidad y la sinergia es total en beneficio de la misión. Marzo 2017 Iñaki Gómez/MDE
REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 337
To see the actual publication please follow the link above