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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 337

Los Eurofighter emplearon tres días en llegar desde España a Nevada e hicieron dos escalas, en las islas Azores y en la base aérea de Norkfolk. Tres cazas españoles, durante el paso del Atlántico, acompañados por el avión cisterna italiano que les suministró combustible en el viaje. que nos espera. Sabes que hay una amenaza pero no de qué entidad ni en qué medida, ni con que fortaleza aparecerá», explica otro de los pilotos, el teniente Antonio Quijano. Ambos aseguran que merece la pena participar en estos ejercicios con un avión que, para el teniente Quijano, es el mejor. «Tiene muchísima capacidad aire/aire, puede volar muy rápido consumiendo poco combustible cuando lo hace a mucha altitud, lo cual da muchísimo alcance a los misiles que empleamos. Además, es muy fácil de pilotar, todo va por señales de ordenador. Hoy en día, la carga que tiene el piloto no es tanto por el manejo del avión como por toda la información que recibe y que tiene que filtrar», añade. «Con la experiencia aprendes a priorizar esa información; la clave está en mirar el dato adecuado en el momento adecuado», puntualiza el capitán Márquez. Todos los pilotos que participan en el Red Flag tienen la máxima calificación operativa. Y antes de viajar a Nevada, han llevado a cabo un período de instrucción muy exigente. «Hemos estudiado y entrenado muchísimo desde que, el pasado septiembre, nos comunicaron que iríamos a Estados Unidos», puntualiza el teniente. MANTENIMIENTO Y LOGÍSTICA Para que los Eurofighter estén al 100 por 100 de sus capacidades, en Nellis está desplegado el personal encargado de su mantenimiento. «Hemos puesto a punto a los aviones para que lleguen a EEUU limpios de averías», explicaba el sargento primero José Carlos Torres antes de salir para Nevada a bordo de un Hércules. Confiado en el comportamiento de los cazas, afirmaba que con la experiencia que le dan los once años que lleva en Morón, «miedo no me da nada. Allí haremos el mismo trabajo que aquí. Lo único que puede pasar es que al avión se le exija mucho, salgan más averías de la cuenta y nos quedemos sin repuestos». Parte de este material, unos 8.000 kilos, voló a Nellis a bordo de los Hércules. «Ahí llevamos la carga considerada crítica e imprescindible, los repuestos básicos para el tránsito hasta Nevada, como la unidad de energía para poner en marcha a los Eurofighter después de cada escala, maquinaria para elevar peso y acoplar depósitos y la escalera de los pilotos», explica el comandante Miguel Ángel Vilches, del Segundo Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (SEADA). El material necesario para que los cazas operen las dos semanas de ejercicio real voló en otras aeronaves. Cuando finalice el ejercicio, el próximo 10 de marzo, se realizará el repliegue de toda la Agrupación hasta España. Es entonces cuando se hará una valoración más profunda de las maniobras. «Antes y después de cada una de las misiones hacemos una evaluación y un examen de los resultados. Al finalizar el ejercicio también se hará una puesta en común. Y ya en España, analizaremos qué se ha hecho mejor y cuáles han sido los puntos débiles para poder corregirlos. Y todo ello se reflejará en la planificación de los ejercicios para el próximo año», concluye el general Simón. Los ejercicios tipo Flag los organiza la Fuerza Aérea de los EEUU cuatro veces al año y en ellos participan otros países invitados. Comenzaron tras la guerra de Vietnam, donde se comprobó que los pilotos que conseguían sobrevivir a las diez primeras misiones aumentaban considerablemente su eficacia. Desde entonces, en sus diferentes versiones —Red Flag, Green Flag, Coalition Flag y Red Flag Alaska—, más de 30 naciones diferentes han participado en esta lucha donde no hay vencedores ni vencidos pero en la que todos ganan experiencia en combate sin exponerse a un combate real. Elena Tarilonte Fotos: Pepe Díaz y Ejército del Aire Marzo 2017 Revista Española de Defensa 45


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