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41 la batalla de puente Sampayo, y que continuaron su abuelo y su padre, Adolfo Martínez de Baños y Paz, coronel de infantería del Regimiento de Garellano antes del estallido de la guerra colonial de 18981. El joven Ángel quiso seguir la tradición militar familiar y, siguiendo los pasos de sus hermanos Bonifacio y José, ingresó el 12 de septiembre de 1906 en la Academia de Caballería situada en Valladolid, donde finalizó brillantemente sus estudios el 1 de julio de 1909 con el empleo de segundo teniente, siendo destinado al Regimiento de Cazadores de Castillejos n.º48 (Zaragoza), al que se incorporó el 18 de julio. En la capital aragonesa, Martínez de Baños realizó los servicios propios de un oficial de Caballería, combinándolos con su participación en varios concursos hípicos nacionales e internacionales (como en el certamen internacional celebrado en Barcelona el 28 de septiembre de 19112) ascendiendo a primer teniente y asentándose progresivamente en la sociedad zaragozana. En marzo de 1912, Martínez de Baños decidió cambiar la silla de montar por el asiento de piloto de aviación, por lo que el día 10 se trasladó al aeródromo de Cuatro Vientos a fin de unirse a los miembros de la segunda promoción de pilotos militares españoles. En el aeródromo militar madrileño, Martínez de Baños se pudo unir al conjunto de alumnos procedentes de diferentes armas que iban a instruirse en el pilotaje de los primeros biplanos y monoplanos del Servicio de Aeronáutica Militar ya que, hasta ese momento, estaba restringido al arma de Ingenieros. En Cuatro Vientos conoció a los capitanes (y hermanos) Alfonso y Celestino Bayo Lucía, de Estado Mayor e Infantería, respectivamente, el teniente de Infantería Julio Ríos Angüeso, el teniente de Intendencia Carlos Alonso Illera, el teniente de Ingenieros Emilio Jiménez Millas y los tenientes de Sanidad Militar Carlos Cortijo Ruiz del Castillo y Antonio Pérez Núñez3. Los nuevos alumnos pilotos del Servicio de Aeronáutica Militar coincidieron con los miembros de la primera promoción cuando estos estaban finalizando sus últimas clases prácticas a bordo de los biplanos Bristol Boxkite, aviones más robustos y fáciles de pilotar cuyos tripulantes, a diferencia de los primeros Henri Farman, estaban protegidos por una cabina. José Warleta Carrillo ya señaló que los Henry Farman se emplearon más para el rodaje del alumnado y vuelos cortos, mientras que los Boxkite fueron empleados en los exámenes finales de los aviadores para obtener su título de piloto de 2.ª categoría (elemental) hasta la llegada de los más fiables Maurice Farman4. Además, entre los primeros pilotos militares que les precedieron ya se había establecido dos «escuelas» muy diferentes: la de los biplanistas (Boxkite, Farman y Lhoner), liderada por Oficial de Caballería en Cazadores de Castillejos n.º48 Influencia de los precursores en Baños como se aprecia en esta foto dedicada a su hermano José, donde deja patente la influencia que tuvo Vedrines Pedro Vives posa con la segunda promoción de pilotos militares y dos profesores: identificamos, de izquierda a derecha, fila de arriba en la cabina, C. Cortijo y N. San Román. Sentado en el ala, Martínez de Baños. Abajo: A. Bayo, E. Barrón, A. Kindelán, P. Vives, A. Pérez Núñez, C. Bayo y E. Herrera. Sentados, C. Alonso y E. Jiménez (AHEA)


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