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Eligieron como primer presidente al jefe de estado que en ese momento había realizado más horas de vuelo: El rey Alberto 92 I de Bélgica, que aceptó el cargo recibiendo la medalla de oro de la Liga. En poco más de un año la Liga se había expandido por Europa y América, contando con un gran número de pilotos y delegaciones (secciones). La Sección Española se creó gracias a la tenaz actuación del comandante Armijo1 que saldrá repetidamente en este artículo, pertenecía al Cuerpo de Inválidos a consecuencia de un accidente de aviación en la guerra de África, concretamente en Tauima cuando, como jefe de la primera escuadrilla Bristol, despegaba para realizar bombardeos sobre poblados enemigos. El aparato entró en barrena y se estrelló contra el suelo. En el accidente perdió la vida el mecánico soldado Antonio Pérez Vinastre. Armijo escapó milagrosamente con fractura del cráneo y de una pierna. Tuvo responsabilidades en la FAI (Federación Aeronáutica Internacional) y fue el impulsor de la LIA en España. Más tarde sería el primer director del aeropuerto civil de Barajas. La primera directiva en España de la L.I.A., cuando se constituyó un año después, estuvo formada por Alfredo Kindelán como presidente, Ramón Franco y Joaquín Loriga como vicepresidentes, Jacobo Armijo de secretario y Francisco Ansaldo de tesorero, siendo los vocales Joaquín Urriburo, Alejandro Gómez Spencer, Julio Ruiz de Alda, José Ansaldo y Jesús Rubio. EL TROFEO HARMON Las actividades de la LIA se complementaban con la entrega anual de los trofeos Harmon2. Inicialmente hubo tres categorías internacionales: aviador masculino, femenino y aerostero, que se concedían «a los logros internacionales más destacados en el arte o ciencia de la aeronáutica, realizados en el año precedente, teniendo especial consideración el arte del vuelo». Se crearon igualmente los trofeos de las Secciones Nacionales para los 21 países integrantes. Las Secciones Nacionales eran las encargadas de seleccionar los pilotos que durante el año anterior habían realizado las actuaciones más destacadas, que recibirían el trofeo nacional, y serian propuestos a la Liga Internacional que, ateniendo a los méritos, determinaría por votación de todos los países el campeón mundial, al que distinguiría con el trofeo internacional. La estatua que se encuentra en el Cuartel General del Aire (con el número de inventario MILES EAS1-44) corresponde al trofeo de la Sección Nacional española y es una figura de bronce de 92 centímetros firmada por el escultor belga Godofroid Devrese. Sobre la peana antes descrita, apoyada en unas elegantes nubes aparece el globo terráqueo con América del Norte y el Pacífico hacia delante, con los paralelos y meridianos, en cuyo centro está grabado «SPAGNE» en grandes letras. Por encima sobrevuelan dos figuras aladas, la inferior femenina vestida con una larga túnica que representa la gloria (lleva en el regazo las coronas de laurel) apoya la rodilla sobre la tierra y con su brazo derecho extendido señala el camino al piloto, también alado, que se sujeta a ella. Su título es Las alas del hombre bajo las alas de la gloria. Esta escultura corresponde al Harmon Trophy de la Sección Nacional de España, idéntica a las de todas las Secciones Nacionales (cambiando el nombre del país). Mientras que los trofeos mundiales tienen otros modelos (todos aparecen impresos en los diplomas de concesión). Los mundiales fueron diseñados por la escultora georgiana princesa Roumanbona M’Divani. El mundial de la Liga para aviador representa al as de la Primera Guerra Mundial Raoul Lufbery sujetando, con la mano derecha en alto, un biplano, junto a un águila que está a punto de iniciar el vuelo. El femenino representa a una diosa alada acunando un halcón con alas extendidas. El correspondiente a aeronautas (globos o dirigibles) consiste en cinco aviadores que sostienen el globo sobre sus hombros. Los originales de los trofeos de aviador y aviadora fueron adquiridos en 1950 por la Smithsonian Institution al Clifford B. Harmon Trust (heredera de Clifford B. Harmon). La de aeronautas se había perdido en Alemania durante la guerra y se cree que fue vendida como chatarra; la encontraron en una chamarilería y posteriormente fue regalada a la Smithsonian en 1952. Trofeo internacional Harmon en las vitrinas del Smithsonian (Foto Mirentxu de Haya Gálvez) El Trofeo Harmon creó mucha confusión en las noticias de prensa, que pocas veces se molestó en diferenciar entre nacional o internacional o en las categorías de oro plata o bronce. Incluso podía ser oro nacional y plata internacional (como el caso de Jiménez e Iglesias). En los periódicos normalmente solo aparece «ha sido concedido el premio Harmon a... ». Pero la escultura del trofeo no se entregaba, como queda patente en una entrevista al comandante Armijo de la que se hace eco el Heraldo de Madrid de 2 de mayo de 1927 en la que señala que al igual que en los premios Lafayete (diseñado por la misma escultora), en el trofeo se irán grabando los nombres de los ganadores de cada año. Mucho más lacónica es la noticia aparecida en La Época de 28 de enero de 1927 al señalar: «El aviador Peliétier d’Oisy, premiado: PARÍS Clifford B Harmon en la terraza con sus trofeos. Los números 1, 4 ,5 y 8 corresponden a distintas categorías del Trofeo Harmon.


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