JULIO 2020
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LOS SABLES VUELVEN A LUCIR EN
LA ACADEMIA DE INGENIEROS
Rememorando la milenaria tradición de la ceremonia de “armar caballero” o “ceñir
espada”, por primera vez en la Academia de Ingenieros (ACING), para sus alumnos de
la Enseñanza Militar de Ingreso a la Escala de Suboficiales (EMIES), se ha realizado el
acto militar de entrega de sables.
Acto que tuvo lugar el pasado 21 de febrero en el Patio de Armas de la ACING, y en
el que los Caballeros y Damas alumnos de la XLVI Promoción del Arma de Ingenieros
recibieron el sable de manos de sus padrinos, ya Sargentos Alumnos de la XLV
Promoción. Un acto lleno de simbolismos íntimamente ligados al periodo académico
de nuestros alumnos: el acto, el sable y el binomio “filio” “páter”.
Antaño era el final de un duro proceso, tras el cual se ceñía la espada al aprendiz que
había logrado adquirir “las virtudes que arman al caballero”. Bien podemos asimilar ese
proceso con el de la formación académica, en el que nuestros futuros profesionales
adquieren los valores que luego le permitirán desempeñar el papel que Alfonso X les
asignaba: “el caballero es una persona especial, elegida de entre las más duras para
dirigir militarmente a su pueblo. Es seleccionado uno entre mil, entre los más preparados
física y moralmente, para soportar los peligros y esfuerzos que acarrea defender la ley,
la tierra y el rey”.
En segundo lugar el sable, cuyo valor intrínseco hoy en día es el de ser un símbolo de
mando, portador de los tres valores sobre los que se asienta su buen ejercicio: liderazgo,
responsabilidad y ejemplaridad. Cualidades que, en parte pueden ser innatas, pero
fundamentalmente se educan, precisamente en el proceso en el que están inmersos
nuestros alumnos.